Curiosidades de la festividad patronal de la Virgen del Carmen
La celebración de la antigua y tradicional festividad, en honor de la Virgen Nuestra Señora del Carmen, que se inició los días sábado 20 y domingo 21 de julio de 1889, por la iniciativa del singular e ilustre inmigrante Don Pascual Grisolía (1835 – 1920) y un grupo de vecinos, de origen itálico, del sector geográfico del tan pintoresco y recordado Barrio del Pito, en la zona de la avenida Veintidós de Octubre y la Sección Tercera, de Chivilcoy; nos ofrece la oportunidad evocativa más adecuada, para rememorar algunas simpáticas curiosidades de esta típica y muy representativa fiesta, religiosa y popular, iniciada hace ya, 134 años…
Durante las décadas de 1930, 1940 y 1950, supieron participar en el desarrollo de la festividad – la procesión de fieles por las calles de la ciudad, y un alegre espectáculo musical -, las bandas de Cándido Morábito, Pablo Giordano, José María Trotta y Juan Bautista Limongelli. Este último, había conformado una agrupación de niños, adolescentes y jóvenes, que solía brindar sus actuaciones – las clásicas retretas domingueras -, en diferentes plazas y espacios públicos de Chivilcoy.
A lo largo de varias décadas, se llevaron a cabo las carreras de sortija, en calles de tierra, aledañas al templo parroquial. No solamente fueron a caballo; también, se hicieron en bicicleta y automóvil, según lo documentan los viejos e imborrables testimonios periodísticos, de los años 40.
Los memorables fuegos artificiales – una de las notas más significativas y sobresalientes de la festividad del Carmen -, a través de muchos años, de una ardua y sostenida labor, fueron fabricados y confeccionados por el pirotécnico local, José Casullo, un diestro e ingenioso artesano, verdadera gloria de nuestra comunidad lugareña. Después, prosiguieron la tarea, sus propios descendientes y familiares. Sin dudas, fuegos artificiales, cautivantes y maravillosos, cuya imborrable imagen, de intensa luminosidad y mágico encanto, han perdurado en los ojos, el alma y el corazón de todos los chivilcoyanos.
En las décadas de 1920 y 1930, cuando por las frías noches de julio, se encendían los fuegos artificiales, algunas traviesas manos anónimas, en medio de la obscuridad del momento, unían con alfileres de gancho, los pollerones de algunas mujeres, allí presentes; una chanza casi inocente o ingenua, que suscitaba la jocosidad de sus autores, los cuales, seguramente, eran menores, de corta edad.
El reconocido y muy prestigioso médico cirujano, Dr. Juan Carlos Falivene, nacido en 1922 y fallecido en el año 2014, durante muchos años, ejerció la presidencia de la Comisión Pro – Festejos de la Virgen del Carmen; volcando en esa actividad, su hondo fervor, su gran tenacidad y perseverancia y, su fiel y admirable voluntad realizadora. Encabezó, entusiastamente, los actos del Centenario de dicha festividad patronal, en el mes de julio de 1989.
Entre los años 1966 y 2006, condujo, animó y amenizó el espectáculo artístico, en horas de la tarde, el caracterizado locutor Alfonso A. Lombardo, nacido en 1941 y fallecido en el 2017, quien, durante cuatro décadas, se convirtió en la voz inconfundible e inigualable, de la celebración. En dicho espectáculo, intervenían diferentes intérpretes y conjuntos musicales, de nuestra ciudad.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.