El 19 de abril de 1984, a los 66 años de edad, falleció en Chivilcoy, el relevante y prestigioso dirigente político y abogado, Dr. Eduardo Ángel Ramón Massolo, toda una destacada figura de las filas del radicalismo y de nuestra comunidad, quien a través de su existencia y los distintos actos de su trayectoria pública, supo caracterizarse por sus elevados principios éticos, democráticos y republicanos, su honorabilidad y rectitud, su gran caballerosidad, sus claros valores morales y humanos y, su espíritu fino y generoso, de una bien arraigada formación humanística, siempre abierto a las expresiones del arte y la cultura, y a las diferentes manifestaciones, disciplinas e inquietudes, de esta ciudad. Nacido el 6 de septiembre de 1917, había cursado sus estudios, en las aulas del Colegio Nacional “José Hernández”, y en los claustros de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, de la Universidad Nacional de La Plata, graduándose de abogado, en el año 1941. Gran amante de la lectura, la capacitación y el conocimiento, con un firme anhelo de superación, prosiguió su capacitación, en la Universidad Notarial Argentina, donde obtuvo con posterioridad, el título de Doctor en Derecho Notarial. En 1943, fue asesor letrado de la comuna local, y tiempo después, ocupó una banca de edil, en el recinto del Honorable Concejo Deliberante, entre los años 1952 y 1955. Presidió en varias oportunidades, el comité “Dr. Alejandro Osvaldo Suárez”, de la Unión Cívica Radical, de nuestra ciudad, y se desempeñó como diputado nacional, desde 1963 hasta 1966, y en el período legislativo: 1973-1976; integrando la comisión de Asuntos Constitucionales, y presentando numerosos proyectos de leyes. Personalidad de fluida oratoria o elocuencia y, una singular prestancia, ejerció, asimismo, la enseñanza, en varios establecimientos educacionales de nuestro medio; colaboró con notas y artículos periodísticos, en diarios y revistas; participó en diversos congresos, nacionales e internacionales, y en 1947, editó el volumen titulado: “Las asociaciones civiles y el contralor de la justicia”. Fiel a su pensamiento rector, firme e insobornable, la doctrina partidaria y los ideales del radicalismo, el Dr. Eduardo A. R. Massolo, constituyó un enaltecedor y honroso ejemplo cívico, de hombría de bien, honradez, coherencia ideológica e integridad moral, que sin dudas, iluminó y engrandeció la historia institucional de la República.