El amigo y una reflexión lunfarda…
La cálida y entrañable celebración, cada 20 de julio, del “Día del Amigo”, nos ofrece ahora, la ocasión más propicia, a fin de ofrendar un sincero y emocionado homenaje a la amistad…
Esa amistad auténtica y sincera, que no sabe de dobleces, hipocresías ni falsedades…
Esa amistad íntegra y profunda, que se entrega de un modo espontáneo y generoso, con vocación de servicio, corazón abierto y verdadero y, un espíritu puro y fraternal…
Esa amistad, que soporta las penas y tribulaciones, los tropiezos y escollos, los esfuerzos y los mayores sacrificios…
Esa amistad, que se brinda dispuesta y solidaria, en todas las oportunidades o circunstancias, cuando una voz de auxilio, requiera su presencia…
Esa amistad, que encierra un conjunto de aleccionadores y hermosos valores morales…
Esa amistad que, es todo amor, comprensión, consejo, amparo, entereza y dulce ternura.
Esa amistad que, se corporiza en la figura del amigo leal y genuino, pues como bien señalaba el popular refrán: “A los amigos debemos contarlos dos veces: en las buenas, para saber cuántos son, y en las malas, para saber cuántos quedan”.
El amigo, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.
Siempre sos y serás un gran gomía, / de la mano tendida, franca y piola; / la conducta cabal, tan segurola, / la fetén rectitud, sin fulería… / Siempre sos y serás, día tras día, / el chamuyo que inunda la sabiola; / un abrazo pulenta y la parola / del afecto canchero y la alegría. / Siempre sos y serás, cuore fratelo, / la más noble gauchada, bien al pelo, / el más posta sostén, que va conmigo… / Y en las buenas o malas – fiel constancia -, / a tu lado carburo la importancia, / la debute importancia de un amigo.