Episodios de Chivilcoy, del mes de octubre…
El 11 de octubre de 2005, a la edad de 79 años, resolvió poner fin a su existencia, el eminente y prestigioso médico cirujano y eximio artista plástico chivilcoyano, Dr. Daniel Emilio Pastorino, quien, a lo largo de una fiel y prolongada trayectoria de muchas décadas, cumplió y desarrolló una infatigable y muy significativa labor, en el campo asistencial y, en los ámbitos de las expresiones estéticas y la cultura. Nacido en 1926, cursó los estudios medios, en las aulas de la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”, de nuestra ciudad, obteniendo el título de maestro normal, y los superiores, en la Facultad de Ciencias Médicas, de la Universidad Nacional de Buenos Aires, graduándose de médico, en 1953. Especializado en la rama de cirugía – todo un brillante y verdadero maestro del bisturí -, se desempeñó como jefe del área quirúrgica, del Hospital Municipal “Dr. Santiago Fornos”, de nuestra ciudad, y en otros centros de salud locales. Además, junto al caracterizado médico pediatra, Dr. Juan Manuel Iglesias, por entonces, director del Hospital Municipal de Chivilcoy, promovió la creación de la Escuela de Enfermería del Hospital, en abril de 1981. Hombre de auténtica vocación, singular talento, múltiples proyectos, iniciativas e inquietudes y, una proba línea de conducta, de nobleza, rectitud e inquebrantable honestidad personal, integró las comisiones directivas, del Círculo Médico de Chivilcoy, y de distintas instituciones. Llevó a cabo, diferentes exposiciones individuales, de sus obras; participó en numerosas muestras colectivas y, hacia el mes de agosto de 2002, editó el volumen “Retratos y Memoria”, un libro donde pueden observarse y apreciarse, rostros al lápiz, de figuras y personas, estrechamente ligadas a él, mediante vínculos de amistad, parentesco y afecto, acompañados por una serie de semblanzas biográficas, a cargo del procurador Carlos Armando Costanzo. El Centro Médico del Barrio del Pito, y la Escuela Secundaria Nro. 10, llevan su ilustre e imperecedero nombre.
El 12 de octubre de 1930, hubo de llevarse a cabo, de un modo sentido y jubiloso, la significativa inauguración de la capilla, en honor de San José, ubicada en la localidad de Moquehuá. Dicho templo, merced a la genuina y profunda devoción de la feligresía, se construyó y levantó, con el valioso y apreciable aporte, de la comunidad y el vecindario, de esta pujante y progresista población, de nuestro distrito bonaerense de Chivilcoy. A la citada ceremonia inaugural, asistió el entonces comisionado municipal, de nuestra ciudad, Dr. Pedro J. Uslenghi. El 1 de agosto de 1954, la mencionada capilla moquehuense, alcanzó el rango y la jerarquía eclesiástica de Parroquia San José, a través de un decreto del obispo de Mercedes, monseñor Dr. Anunciado Serafini. Asimismo, se procedió a designar, como primer titular de la nueva Parroquia, al querido e inolvidable sacerdote, presbítero Pedro Giamichelli (1913 – 1999), quien, durante casi cuatro décadas, supo desarrollar una piadosa, infatigable y fecunda misión evangelizadora y pastoral.
El 13 de octubre de 1857, se registró la tan auspiciosa y trascendente sanción de la Ley de Tierras del Partido de Chivilcoy, en el seno de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, por una ponderable iniciativa del senador Domingo Faustino Sarmiento; el cual, con profundo fervor, pasión y enérgica vehemencia, bregó en favor de las actividades y faenas agrícolas, de nuestra región geográfica del oeste bonaerense. Dicha Ley, promovió la venta de las tierras fiscales, del distrito; evitó la perniciosa conformación y existencia de vastos latifundios y, posibilitó que, los nobles y esforzados labradores – auténticos y verdaderos ejemplos de trabajo, honradez y entrañable amor hacia el terruño -, tuvieran acceso a la propiedad, de los predios que ellos mismos sembraban y cultivaban; convirtiendo así, en una realidad palmaria y elocuente, la clara consigna y el expresivo lema: “La tierra debe ser para quien la trabaja”.
El 13 de octubre de 1968, se produjo la emotiva e inolvidable partida, del último tren de pasajeros, de la siempre recordada Estación ferroviaria “Norte”, la cual, se había inaugurado un histórico y memorable 11 de septiembre de 1866, y fue infortunadamente clausurada, por una resolución de las autoridades, de la empresa “Ferrocarriles Argentinos”, en ese mismo año 1968. Tiempo más tarde, hacia 1977, durante la administración del intendente municipal de facto, ingeniero José María Ferro, la comuna de Chivilcoy, hubo de adquirir el antiguo predio o solar de la ex Estación “Norte”, con el propósito de erigir allí, la nueva Terminal de Ómnibus, de nuestra ciudad. Poco después, se inició la construcción del edificio de la Terminal chivilcoyana, ubicado sobre la calle Humberto Primo; el cual, finalmente se inauguró, el 15 de mayo de 1982, bajo la gestión gubernativa, del jefe comunal de facto, Héctor Vaccari. Hoy, perdura el doliente y lejano recuerdo, del último tren de pasajeros, y la penosa y tan lamentable desaparición, en 1968, de la pintoresca y legendaria Estación “Norte”, todo un gran baluarte del patrimonio ferroviario y, un alto y glorioso emblema del pasado de Chivilcoy.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.