
El maestro normal, Don Carlos Armando (1905-1987).
El 16 de agosto de 1987, falleció en nuestra ciudad, a los 82 años de edad, el maestro normal, Carlos Armando, quien a través de una prolongada y fecunda trayectoria, de más de tres décadas, con una ardua y sostenida tarea pedagógica, supo bregar, en favor del quehacer educativo; desarrollando su tarea docente, en una lejana zona geográfica del sur argentino, donde fundó cinco nuevas escuelas. Hijo de Don Carlos Armando y Doña Cristina Laurito, había nacido en Chivilcoy, el 31 de marzo de 1905, y animado e impulsado por una sincera y profunda vocación hacia el magisterio, cursó la respectiva carrera, en las aulas de la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”, y en 1926, obtuvo su diploma de maestro normal. En el mes de junio de 1928, con apenas, 23 años de edad, luego de recibir el nombramiento, que lo designó maestro de grado, en la Escuela Nacional Nro. 9, de la localidad de General Conesa, en el entonces Territorio Nacional de Río Negro; partió a esa región patagónica, y allí, hubo de llevar a cabo, durante muchos años, una vasta y significativa actividad, de orden educacional. Primero, fue maestro; más tarde, vicedirector, y después director, de la citada Escuela rionegrina, y todos sus bríos, iniciativas y aliento realizador, lo condujeron a fundar, otros cinco establecimientos, en los ámbitos territoriales, de la mencionada provincia. Auténtica y fervorosamente comprometido, con su misión de instruir y de formar a la infancia y el alumnado, hubo de crear una biblioteca y un museo escolares; integró distintas instituciones y comisiones vecinales, y asimismo, fue corresponsal periodístico, del matutino porteño “La Nación”, y de otros medios gráficos, de la época. Finalizó su carrera, de treinta y dos años, de servicio, ejerciendo, en 1960, la dirección de la Escuela Nro. 106, de la localidad de Coronel Mom, en el partido de Alberti; y entre 1969 y 1979, ejerció, en forma “Ad Honorem”, el cargo de Agente Fiscal, en el Juzgado de Paz, de Chivilcoy.
Al maestro Carlos Armando, mi padre, por el procurador Dr. Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente de la Academia Porteña del Lunfardo.
Hoy, lo nombro, y resurge en la memoria, su figura de ayer – clara presencia -, su especial vocación por la docencia, sus valores, su acción y trayectoria. Hoy, lo nombro, y renace su amplia historia de trabajo, virtudes y paciencia; su profundo fervor – íntima esencia -, su saber y su entrega tan notoria. En el sur, bajo el cielo rionegrino, fue forjando su temple y su destino, fundó escuelas, luchó con gran pujanza… Y nombrándolo, lleno de emociones, hoy, florecen de nuevo, sus lecciones, y su ejemplo de vida y de enseñanza.
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