El 3 de agosto de 2010, falleció en nuestra ciudad, a la edad de 65 años, el notable y reconocido periodista chivilcoyano, Rodolfo Raúl Gandolfo, un hombre, de intensa y muy rica trayectoria profesional, en los ámbitos de la prensa, quien a lo largo de varias décadas, de una fiel e infatigable labor, supo siempre caracterizarse, por su genuina vocación, su bien demostrada capacidad, su particular dinamismo, su amplia experiencia informativa y, su constante y admirable laboriosidad. Nacido el 12 de octubre de 1944, en plena juventud, hubo de iniciarse en las filas del periodismo, desempeñándose, en el recordado matutino “La Voz de Chivilcoy”, el cual, se había fundado, el 2 de diciembre de 1968, y cesó en sus ediciones, hacia el mes de octubre de 1976. Luego, participó en diferentes audiciones, de la emisora L. T. 32 Radio Chivilcoy; elaboró crónicas, de múltiples cotejos futbolísticos, y editó, asimismo, la revista “La Voz del Deporte”. Jefe de redacción, del diario “La Razón”, de nuestra ciudad, durante muchos años, de una sostenida y fecunda actividad, allí, de una forma espontánea y generosa, hubo de volcar su mayor aliento realizador y, sus mejores esfuerzos, inquietudes y sueños. Al partir, de un modo inesperado y doloroso, nos dejó, para siempre, su bello e imborrable recuerdo, de excepcional ser humano, y su aleccionador y edificante modelo de trabajo, honradez, rectitud y grandeza personal.
Al periodista Rodolfo Raúl “Coco” Gandolfo, por Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y del Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente de la Academia Porteña del Lunfardo.
Expresión familiar del periodismo, con su espíritu firme y laborioso, sus principios, sentido criterioso, agudeza, coraje y dinamismo. Vocación verdadera – siempre el mismo -, línea fiel, redactor habilidoso; voluntad, sin horarios ni reposo, natural intuición y gran realismo. Hombre auténtico, honesto y responsable, gesto franco y conducta inquebrantable, alma noble, surgida desde abajo… Hoy lo nombro, y sé bien, ante su ausencia, que con hondos valores y experiencia, fue un ejemplo de lucha y de trabajo.
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