Falleció el Hermano Miguel Maresco
Polifacética y rica personalidad, de caracterizado predicador cristiano, tuvo una larga y memorable trayectoria religiosa, prosiguiendo la misión espiritual de su madre, la Hermana Irma de la Caridad.
Fundó distintos templos, fue autor de varios libros, desarrolló audiciones y programas radiofónicos e incursionó en la faz artística como intérprete, llevando a cabo diferentes grabaciones musicales.
Nacido el 24 de septiembre de 1936, al momento de su muerte, contaba con 87 años de edad.
A principios de la década de 1980, inauguró en Chivilcoy una iglesia, para desarrollar su labor misionera, de asistencia espiritual y ayuda material, hacia los más humildes y necesitados.
El 19 de octubre, del presente año 2023, dejó de existir, a los 87 años de edad, el singular y querido predicador cristiano, Hermano Miguel Maresco, toda una polifacética y rica personalidad, quien a lo largo de una prolongada y memorable trayectoria religiosa, hubo de distinguirse e identificarse por su auténtico y profundo amor y sentir evangélico, su particular fervor, su especial carisma y simpatía, su permanente vocación de noble servicio, frente al prójimo y, su extraordinaria y proverbial generosidad, que lo impulsaba a brindarse y prodigarse, de un modo amplio y espontáneo, a cada uno de los semejantes; ofreciendo, en todo momento y circunstancia, su valiosa asistencia espiritual y su tan significativa ayuda material, hacia los más humildes, necesitados y desvalidos. Además, podía acreditar, merced a sus arduos y pacientes estudios y su actitud de serena meditación interior y misticismo, importantes conocimientos de teología y parapsicología; sumados a sus notables condiciones para la oratoria y la expresión verbal.
Nacido el 24 de septiembre de 1936, en plena juventud, comenzó su labor de predicación, en el cementerio de La Chacarita, delante del mausoleo de la siempre recordada predicadora y sanadora, María Salomé Loredo de Subiza – la popularizada Madre María (1854 – 1928), y de esa manera, prosiguió, con honda convicción y, un firme y verdadero compromiso, la Misión de su progenitora, la querida e inolvidable Italia Irma Inglese de Maresco – la Hermana Irma de la Caridad – (1914 – 1972), fundadora y propulsora del templo del barrio porteño de Villa del Parque, inaugurado breve tiempo antes de su muerte. Poco después, el Hermano Miguel Maresco, fue intensificando y acrecentando su tarea, a través de la constante prédica en el propio templo, y mediante charlas, conferencias y, presentaciones radiofónicas y televisivas, que le otorgaron una vasta y muy apreciable nombradía. Por otra parte, fundó y organizó distintas iglesias de la Misión, en diversos puntos geográficos del país; escribió y publicó distintos libros – uno de ellos, un volumen autobiográfico -; desarrolló programas y espacios radiales – ahora evocamos la audición: “Senderos de fe”, que se difundía los días sábados, por la emisora L. T. 32 Radio Chivilcoy -; efectuó numerosas grabaciones musicales, y también, incursionó en la faz artística, como intérprete y vocalista, utilizando el seudónimo de Miguel Duval y, participó, en calidad de actor, en diferentes películas argentinas, junto a grandes figuras de la cinematografía nacional. Mencionaremos así, los filmes: “La Patagonia rebelde” y “Jacinta Pichimauida se enamora”.
Estrecha y entrañablemente ligado a Chivilcoy – su madre fue amiga de los memorables predicadores, Pascual Aulisio, Pascualito– discípulo y apóstol de la Madre María – (1889 –1960) y Ángel Aulisio, Angelito – (192 –1975) -, a principios de la década de 1980, inauguró en nuestra ciudad una iglesia, para desarrollar y desenvolver su ardua y tan fecunda actividad misionera. Los templos, estuvieron situados sobre las calles Ituzaingó y Lavalle; hallándose a cargo de una de sus principales colaboradoras, la inquieta y laboriosa enfermera profesional Liliana Rosito.
Ha fallecido Miguel Maresco, el sólido baluarte de la predicación, el consuelo y la buena palabra, el hombre fuera de serie y, el caracterizado y venerado Hermano Miguel; pero más allá de la honda congoja y el enorme y tremendo vació de la tan penosa e inexorable ausencia física y terrenal, quedará sin dudas, para siempre, el hermoso e imborrable recuerdo de su gran ejemplo de vida: un ejemplo de fe, amor fraterno, entrega y, una infinita y admirable generosidad.
Singular predicador, / de inmensa y fiel trayectoria, / que fue escribiendo su historia, / con devoción y fervor. / Auténtico sembrador / de consuelo y caridad; / palabra de honda verdad, / espíritu generoso, / y misionero glorioso, / del amor y la hermandad.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.