Hacia el año 1909, hubo de arribar a nuestra ciudad, por vez primera, un curioso e interesante globo aerostático, tripulado por J. Silimbani; insólito y singular episodio, que hubo de concitar la atención, de nuestro vecindario chivilcoyano. Dicho globo, ascendió y remontó vuelo, hacia la altura, en un terreno, perteneciente a Don Francisco Ortiz, y después de varios minutos, en el aire, efectuó su descenso, en cercanías de la vieja Cañada, a unas diez cuadras de la sede, del Hospital Municipal de Chivilcoy.
En 1910, año del Centenario de nuestra Patria, llegó y sobrevoló, nuestro cielo de Chivilcoy, un audaz y valeroso aviador italiano (el primero), llamado Bartolomé Cattáneo, quien conducía un aparato monoplano Blériot, de cincuenta caballos de fuerza. Dicho aviador, llevó a cabo, una serie de arriesgadas pruebas y exhibiciones, de acrobacia aérea, que despertaron el asombro y la admiración, de los vecinos de nuestra ciudad.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director del Archivo Literario Municipal.