Historia Chivilcoyana: Sucesos del mes de diciembre…

Historia Chivilcoyana: Sucesos del mes de diciembre…

diciembre 22, 2022 Desactivado Por archivol

El 19 de diciembre de 1980, hubieron de establecerse las bases fundacionales, del Círculo de Periodistas Deportivos, de Chivilcoy, llevándose a cabo, una presentación de carácter público, anunciando el nacimiento institucional, de dicha entidad. La primera comisión directiva, fue presidida por el reconocido periodista y escritor, Carlos Héctor Lapenta. También, encabezaron la citada institución, los destacados periodistas, Rubén Darío Clemente, José Ramón Ponce e Ismael Alejandro Aronne. La entidad, desaparecida hace ya, un buen número de años, organizó a lo largo de las décadas de 1980 y 1990, los actos conmemorativos del “Día del Periodista”, cada 7 de junio, frente al busto del Dr. Mariano Moreno, en la plaza homónima de nuestra ciudad; como, además, en el mes de diciembre, la inolvidable “Fiesta del Deportista”, durante cuyo transcurso, se entregaban premios, distinciones y galardones, a distintos exponentes del deporte local, provincial y nacional.

El 20 de diciembre de 1909, vio la luz, en el paraje geográfico de Runtuyoc, dentro del distrito de la localidad de Abra Pampa, en la provincia de Jujuy, el inspirado y reconocido poeta, escritor y docente, profesor Domingo Zerpa, quien residió aquí, en Chivilcoy, entre 1935 y 1965, ejerciendo la enseñanza, en las aulas de la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento” y del Colegio Nacional “José Hernández”, y desarrollando, asimismo, de un modo paralelo, una sostenida y fecunda labor, de índole cultural. Colaboró en diarios y revistas locales; integró las comisiones directivas, de diferentes instituciones; ofreció charlas didácticas y conferencias, y fue autor de sentidos y bellos volúmenes de versos. Además, le pertenecen las estrofas del Himno a la Escuela Normal, escrito en 1961, con música del caracterizado y prestigioso compositor, director de bandas y de orquestas y docente, profesor Pascual Grisolía (1904 – 1983). El profesor Domingo Zerpa, falleció a los 89 años de edad, en San Salvador de Jujuy, el 20 de mayo de 1999. Una calle de Chivilcoy, prolonga en el tiempo, el entrañable recuerdo de su ilustre y honroso nombre.

El 21 de diciembre de 1946, dejó de existir, a la avanzada edad de 90 años, el tan venerado y querido sacerdote, presbítero Andrés Iturralde, quien había nacido en la ciudad bonaerense de San Martín, el 30 de noviembre de 1856. Recibió la respectiva ordenación sacerdotal, a principios de la década de 1880; ejerció su ministerio en la Catedral de Buenos Aires; se desempeñó en el Seminario Conciliar, como docente de música, y en el Colegio Porteño del Sagrado Corazón de Jesús, y desde el 22 de abril de 1893, hasta el 21 de noviembre de 1908, hubo de cumplir, la importante función eclesiástica, de titular de la Parroquia San Pedro Apóstol, de Chivilcoy. Hombre emprendedor y laborioso, merced a su tenacidad, sus tan empeñosas gestiones y, su gran y admirable voluntad realizadora, se reiniciaron y culminaron, los trabajos de construcción, y la gigantesca y muy significativa obra edilicia, del templo mayor, de la Virgen Nuestra Señora del Rosario, inaugurado y bendecido, el 24 de mayo de 1895. Los restos del presbítero Andrés Iturralde, descansan en un sector de la propia iglesia del Rosario, junto a los del siempre recordado sacerdote, presbítero, Monseñor Dr. Luis Ramón Conti (1892 – 1974), ex titular de la Parroquia San Pedro Apóstol, de nuestra ciudad, a lo largo del extenso período comprendido, entre los años 1929 y 1974.

El 21 de diciembre de 1994, falleció a los 74 años de edad, la singular e inolvidable religiosa y docente, Sor María Teresa Abad – la Hermana Piedad -, quien, a través de una prolongada e infatigable trayectoria, supo desenvolver una fecunda y rica labor educacional, en los ámbitos y las aulas del Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, de Chivilcoy. Había nacido, en la ciudad bonaerense de General Villegas, el 9 de noviembre de 1920, y cursó estudios de magisterio, graduándose de maestra normal. Comenzó ejerciendo la enseñanza, en un establecimiento escolar de la localidad de Navarro, en la provincia de Buenos Aires, y hacia 1947, frente al dulce y persuasivo llamado de Cristo, y animada e impulsada por una genuina y profunda vocación espiritual y evangélica, resolvió ingresar a la antigua y gloriosa Orden de las Hijas de la Misericordia, que fundara la ilustre y memorable santa italiana, Sor María Teresa Rosello, en 1837. Tiempo después, desempeñó su tarea pedagógica, en el Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, del barrio porteño de Flores y, además – prosiguiendo con su capacitación educativa y su formación intelectual -, completó la carrera y obtuvo el título universitario de profesora en Letras. Años más tarde, en 1962, se la designó rectora, de la rama media o secundaria, del Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, de Chivilcoy; un cargo que, de una manera seria, responsable y eficiente, habría de ocupar, hasta el 30 de junio de 1993 – un largo y apreciable lapso, de más de tres décadas -, cuando hubo de acogerse a los respectivos beneficios jubilatorios. Mujer inquieta, servicial y bondadosa, se caracterizó por sus claros valores morales, su humildad, modestia y sencillez, su espíritu fiel, caritativo y comprensible, su palabra de guía y aleccionadores consejos y, su permanente y admirable entrega, de una abierta y ejemplar generosidad. Durante muchos años, de una relación sincera y entrañable, fue amiga personal de Monseñor Jorge Mario Bergoglio – Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y el Vaticano, desde el mes de marzo de 2013, bajo el nombre de Francisco I -, el cual, siendo por entonces, Cardenal, e informado del penoso deceso de la Hermana Piedad, viajó inmediatamente a nuestra ciudad, y hubo de presidir la celebración litúrgica o misa de cuerpo presente, llevada a cabo en el salón de actos, del Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, previa al sepelio de sus restos, efectuado en el Cementerio Municipal, de Chivilcoy. Una calle – nombre impuesto en el año 2005 -, nos recuerda la sin par y querida figura, de la Hermana Piedad.

El 22 de diciembre de 1907, hubo de llevarse a cabo, la tan significativa y trascendente inauguración, del asilo del Patronato de la Infancia, de Chivilcoy; benemérita y gloriosa entidad de bien público, que se había fundado, a través de una ponderable iniciativa del entonces presidente del Consejo Escolar del distrito, Alberto Ortiz, el 14 de mayo de 1899. Dicho inmueble, ubicado en la intersección de las calles Balcarce y General Paz, se construyó sobre un terreno que, generosamente donara Petrona Calderón de Ortiz – madre del ya citado Alberto, y del inspirado y eximio poeta lugareño, Carlos Ortiz -, y otros solares, contiguos o adyacentes, adquiridos luego, por la institución. El Patronato de la Infancia, de nuestra ciudad, de una forma sostenida e infatigable, ha cumplido y desarrollado, toda una ardua y fecunda labor asistencial, en favor de la niñez indigente, desvalida y desamparada.

El Día de Navidad, 25 de diciembre de 1910, se realizó la importante ceremonia inaugural, de la nueva sede del Asilo San Pascual; una noble y muy solidaria institución de beneficencia, fundada en 1895, por la abnegada e inolvidable religiosa, Sor Clarisa Villaamil, quien, a lo largo de un buen número de años, con un hondo fervor, alto sentido evangélico y, un espíritu piadoso y caritativo, supo desarrollar, una colosal y admirable tarea, destinada a brindar u ofrecer protección, asistencia y abrigo, a niños y ancianos, de Chivilcoy, víctimas del total desamparo, la marginación social, la orfandad y la miseria. El edificio, de dicho Asilo San Pascual, se encontraba situado en el sector geográfico sud, de nuestra ciudad, en la típica y pintoresca zona del Barrio Obrero, donde con posterioridad funcionó, la conocida barraca de la familia Mato. El salón del citado inmueble, llevaba el ilustre nombre, del inspirado y reconocido poeta argentino, Carlos Guido Spano (1827 – 1918). Sor Clarisa Villaamil, fallecida en Buenos Aires, el 18 de julio de 1930, atendió, de un modo solícito y cariñoso, el Asilo por ella misma fundado y organizado, a través de muchos años, de una fiel y esforzada labor y, asimismo, se desempeñó en los ámbitos del Hospital Municipal “Dr. Santiago Fornos”, de nuestra ciudad, y ejerció la enseñanza, impartiendo a tantos humildes pequeños, sus útiles y valiosas lecciones y todo su bagaje educativo. Una calle de Chivilcoy, nos recuerda la gloriosa figura de Sor Clarisa Villaamil, y la Escuela primaria Nro. 56, creada en 1924, desde el mes de septiembre de 1966, tiene su entrañable y duradero nombre.

El 24 de diciembre de 1910, dejó de existir, a los 79 años de edad, el caracterizado estanciero, productor agropecuario, dirigente político y hombre público lugareño, Manuel Eustaquio López, quien fuera el segundo intendente municipal, de Chivilcoy, entre 1887 y 1888. Nacido el 20 de septiembre de 1831, en el hogar del ilustre fundador y pionero, de Chivilcoy, Manuel López y Barbarita Figueroa, heredó de su padre, la antigua y tan memorable estancia La Rica, cuya construcción data de la década de 1850, y se halla situada, junto a la localidad rural homónima, dentro de nuestro distrito; incrementando, de un modo notorio, el patrimonio familiar, que ascendió al muy importante número de unas dieciocho mil hectáreas. Además, en la zona geográfica bonaerense de Avellaneda, sentó las bases de una barranca y un establecimiento de grasería, curtiembre y jabonería, a los efectos de industrializar, los frutos y productos de su propia estancia. En 1867, participó en un concurso internacional de suelos, llevado a cabo en los Estados Unidos de América, enviando tierra de la región de “La Rica”. Y esa tierra chivilcoyana, hubo de clasificarse tercera, por su fertilidad y calidad, bien demostradas y comprobadas, entre el resto de las tierras del mundo.

El 23 de diciembre de 1959, se determinó la auspiciosa creación, de la recordada firma “Agromotor Villafañe”, la cual, a lo largo de varias décadas, de una sostenida y pujante labor, desarrolló una importante trayectoria comercial, en el seno de nuestra comunidad. El amplio local, de dicha firma, se hallaba situado en el espacioso inmueble, ubicado en la intersección de la avenida Soarez y la calle Alvear.

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.

Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.