La Academia Porteña del Lunfardo y su 60 aniversario
Se fundó, un día viernes 21 de diciembre de 1962.
Su sede institucional, de la calle Estados Unidos Nro. 1379, de la ciudad autónoma de Buenos Aires, se inauguró el 21 de diciembre de 1987.
Se conmemora el sexagésimo aniversario, de la creación de la Academia Porteña del Lunfardo, la cual, se fundó, en las instalaciones del Círculo de la Prensa, de Buenos Aires, el viernes 21 de diciembre de 1962, merced a la feliz y ponderable iniciativa, del periodista, investigador, ensayista, crítico, escritor, poeta y docente, José Gobello, gran artífice, hacedor, gestor, propulsor y “alma mater” de la institución; el poeta, escritor, historiador y abogado, Dr. León Benarós y, el periodista, escritor, estudioso e investigador, Luis Soler Cañas. Posteriormente, en sendas reuniones, llevadas a cabo, los días 3 y 18 de mayo de 1963, se procedió a la aprobación de los correspondientes estatutos de la entidad, cuya redacción estuvo a cargo del Dr. Benarós, y se designó a la primera comisión directiva, que hubo de presidir, el periodista, escritor e investigador, José Barcia.
Dicha entidad, cuyo elocuente y bello lema, puntualiza: “El pueblo agranda el idioma”, ha promovido, fomentado y desarrollado, el estudio, la preservación, la salvaguarda y, la permanente difusión pública del lunfardo y las expresiones populares, artísticas y creativas. Recordemos que, el lunfardo, como un curioso y peculiar fenómeno lingüístico – parte esencial y primordial, de las tradiciones y la identidad argentinas, y el espíritu del ser nacional -, constituye un repertorio léxico o un vocabulario, integrado por términos o palabras, los cuales, ingresaron a nuestro país, mediante las distintas corrientes inmigratorias: italiana, francesa, española y portuguesa; incorporándose después, al habla o el lenguaje, diario y coloquial, de la gente y la sociedad.
La mencionada institución, se halla integrada por académicos de número, -veintiocho miembros -, que poseen sillones o asientos – cada uno de ellos, con nombres de ilustres personalidades, literarias e intelectuales -; académicos correspondientes, que residen en distintos lugares geográficos, del país y el exterior; académicos “Honoris Causa”; amigos “Medallas de Plata” y socios protectores. Ejercieron la conducción de la Academia, el ya citado periodista, escritor e investigador, José Barcia; el catedrático universitario, filólogo, escritor e investigador, Dr. Marcos A. Morínigo; el músico y compositor, Sebastián Piana; José Gobello (1919 – 2013), quien, durante muchos años, cumplió funciones de secretario y, la poetisa, escritora e investigadora, Otilia Da Veiga.
En 1970, se hubo de habilitar su primera sede, con un rico y valioso archivo documental y una vasta y significativa biblioteca, conformados y organizados por el académico de número, Enrique Ricardo del Valle, y el 21 de diciembre de 1987, en la celebración de los veinticinco años, las “Bodas de Plata”, de la institución, se efectuó la inauguración del actual inmueble, sito sobre la calle Estados Unidos Nro. 1379, de la ciudad autónoma de Buenos Aires. La entidad, durante un extenso período de sesenta años, ha realizado una vasta multiplicidad de actos, conferencias o disertaciones, cursos y talleres, exposiciones pictóricas, conciertos y espectáculos musicales.
La benemérita y gloriosa Academia Porteña del Lunfardo, a lo largo de seis fieles y constantes décadas, de infatigable y fecunda trayectoria institucional, ha sabido cumplir y desarrollar, una gigantesca y extraordinaria labor, siempre al servicio de sus principios rectores fundacionales y, el quehacer artístico y cultural del país.
A la Academia Porteña del Lunfardo, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.
Gran bulín del chamuyo cotidiano, / y la voz popular, canyengue y piola, / que nos manda y regala su parola, / y nos gana, canchera, por afano. / Con pulenta pasión y forte mano, / tiene un mundo malevo en la sabiola, / y tenaz y fecunda, le da bola / al idioma del pueblo soberano. / Tantos lungos pirulos transcurridos, / todo un cacho de logros, sin olvidos, / un laburo, que no fue nunca al bardo… / Y aquí está, fiel y posta, con su historia, / el latir de su cuore y su alta gloria, / la Academia Porteña del Lunfardo.