La Declaración de la Independencia y el Lunfardo

La Declaración de la Independencia y el Lunfardo

julio 7, 2025 Desactivado Por archivol

Como en 1816, hace ya 209 años, necesitamos urgentemente, un proyecto de país…

A 209 años de la emancipación nacional, aquel martes 9 de Julio de 1816, necesitamos reivindicar y enarbolar el cabal ejemplo o paradigma de los Congresales tucumanos, que soñaron el proyecto de un país de trabajo, producción y riqueza.

Un país honesto y decente, donde se premie a los esforzados y heroicos laburantes…

Sólo salvará a la Argentina de 2025 un proyecto de país laborioso, productivo y progresista. Un proyecto de país, que fomente, promueva, estimule, incentive, genere, proteja y defienda al Trabajo. No a la inversa, combatiendo y castigando a los que trabajan, y provocando además, una masiva y generalizada decadencia, social y económica, un amplio desaliento popular y ciudadano, la penosa ignorancia y un notorio empobrecimiento colectivo…

Un proyecto de país, genuino, probo y decoroso, con auspiciosas perspectivas, ilusiones, horizonte de futuro, verdad y transparencia; un país de gente de bien, digna, honrada y trabajadora. De lo contrario, seguiremos siendo el país de los odios y las grietas, la corrupción, las pantallas, cortinas de humo y las flagrantes mentiras, la espuria falsedad, las superfluas y vanas apariencias y, las desmedidas ambiciones de poder y el egoísmo, en beneficio de unos pocos y detrimento de la mayoría… Un país, sin expectativas, porvenir determinado ni tampoco destino…

Se conmemoran 209 largos años de la vibrante y solemne jura de la emancipación de la Patria, en la antigua y benemérita ciudad de San Miguel de Tucumán, el martes 9 de Julio de 1816.

El cálido y sentido recuerdo de la siempre querida e imborrable Casa Tucumana, y de los nobles y valerosos Congresales criollos, quienes supieron caracterizarse por su alto espíritu patriótico, su gran vocación de Libertad, su clara actitud de abnegación, su profundo coraje y heroísmo, su espontánea generosidad y desinterés y, su acrisolada admirable honestidad. Los Congresales tucumanos de 1816, que proclamaron la tan ansiada y gloriosa Independencia, y soñaron un proyecto de nueva y pujante Nación sudamericana; un país de concordia y paz, fraterna unión, trabajo, desarrollo, prosperidad, luminoso progreso y, un porvenir promisorio y esperanzado…

                                                      CASITA DE TUCUMÁN

HOY, te juno en los brolis de la historia, con tu pinta de ayer, siempre fachera, tu onda tan especial – linda bandera -, tus debutes recuerdos, tu memoria… Hoy, te juno – pulenta trayectoria -, con tus años de guapa, en la sesera; tu parola banana y verdadera, tu gran cacho de sueños y de gloria… Hoy, te juno fetén, en la matina, – piola emblema y baluarte de Argentina -, con tu jeta sonriente y tu presencia… Y carburo, que honestos y leales, en tu zapie, los frates congresales, declararon la hermosa Independencia.

                                                  CONGRESAL DE TUCUMÁN

TU figura mistonga, no se pianta, aunque estés en la yeca, ya lejano, con tu cuore ferviente y muy ufano, y un fogoso chamuyo en la garganta. Tu figura mistonga, se levanta, junto al posta congreso tucumano, con tu limpia conducta, sin afano, y tu entrega total – minga de chanta -. A pesar del olvido, triste y fiero, nos quedaron tu espíritu canchero, tu laburo, tus luchas, tu idealismo… Y hoy, nos copa entre todos los mejores, el ejemplo moral de tus valores, tu honradez y tu flor de patriotismo. Un ejemplo chipola y admirable, que el país, necesita bien al lope: Vivió siempre, yugando infatigable, y murió en la malaria, sin un sope.

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro de la Academia Porteña del Lunfardo.