La primera celebración del 25 de mayo de 1810, en Chivilcoy
Se realizó el 25 de mayo de 1856, a través de una sencilla ceremonia vecinal.
El 25 de mayo de 1856, cuando nuestra ciudad – fundada aquel histórico y trascendente 22 de octubre de 1854 -, contaba con menos de dos años de existencia, como pueblo, se llevó a cabo, aquí, en Chivilcoy, la primera celebración del glorioso 25 de mayo de 1810; conmemorando, de una manera humilde y sencilla, el 46 aniversario, del vibrante y fervoroso grito de libertad criolla y, de esa magna y suprema efemérides, de la naciente argentinidad.
Dicha ceremonia, comenzó con una reunión de vecinos, que se congregaron en el domicilio de Don Miguel Calderón, hallándose presentes, el ilustre fundador Don Manuel Villarino, el maestro Don Emilio Rodríguez, y una delegación de alumnos, de la primitiva escuelita, de educación elemental o primaria. Hubo de organizarse una procesión o desfile, de los citados escolares – luciendo pulcros e impecables guardapolvos, de color blanco que, por vez primera, se presentaban en un acto público -, sumándose una banda de música, y distintas banderas celestes y blancas. El cortejo, que se hallaba presidido por el niño Juan Battaglini, se detuvo ante la modesta capilla, debidamente ornamentada, con estandartes y guirnaldas, y de allí, se encaminó a la propia casa, de Don Federico Soarez, Juez de Paz del Partido y, asimismo, presidente de la Corporación Municipal, la cual, se había constituido e instalada, apenas, dos meses antes, el 25 de marzo de 1856. En ese lugar, el pequeño Atanasio Ceballos, de 12 años de edad, declamó y pronunció, una emotiva y bella plegaria patriótica.
En horas de la noche, se realizó un encuentro vecinal, en el domicilio de Don Federico Soarez, asistiendo, junto a su esposa, el coronel Díaz, comandante de la frontera del Centro, que tenía su base de operaciones, en la vecina ciudad de Bragado. El programa de festejos, de esta celebración cívica, culminó el día 27 de mayo, cuando se ofreció a la comunidad, una función pirotécnica, de sorprendentes y deslumbrantes fuegos artificiales; seguramente los primeros, que conoció Chivilcoy.
La interesante e ilustrativa crónica, de la conmemoración pionera, del 25 de mayo, en nuestra ciudad, el 25 de mayo de 1856 – reproduciendo un comentario periodístico, aparecido en el diario porteño “El Nacional”, del 12 de junio de 1856 -, podemos encontrarla, en el capítulo tercero: “La fundación y vida inicial” – página 87 -, del significativo y tan valioso libro “El Pueblo de Sarmiento”, del siempre recordado historiador, ensayista, escritor, poeta, periodista y docente, ingeniero Mauricio Birabent (1905 – 1982).
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.