El 16 de julio de 1973, día de la festividad patronal, religiosa y popular de Nuestra Señora del Carmen, se produjo una segunda nevada, en nuestra ciudad de Chivilcoy; la cual comenzó, alrededor de las 17:30 horas y se extendió hasta las 18:15, cuando hubo de reemplazar a los copos de nieve, una fría e implacable lluvia invernal. Este fenómeno meteorológico concitó la lógica y natural atención, el mayor interés, y la actitud de viva sorpresa y profunda admiración, por parte de los vecinos chivilcoyanos. En tanto en el templo de Nuestra Señora del Carmen, se llevaba a cabo una celebración de índole litúrgica; habiéndose suspendido el resto del programa de festejos, por obvias razones de carácter climático. El matutino “La Voz de Chivilcoy”, en su edición 1082, del martes 17 de julio de 1973, expresaba: “Transcurrieron 55 años, para que Chivilcoy, volviera a vivir el inusual espectáculo de una copiosa nevada, como la caída ayer, en esta ciudad. En efecto, según recuerdan las personas mayores, la última, tal vez, de mayor intensidad aún que ésta, cubrió totalmente de blanco, las calles ciudadanas, en el mes de junio de 1918”. Se conservan todavía, algunas estampas fotográficas, de aquella histórica nevada; verdaderas postales, de un raro y singular acontecimiento, del pasado de nuestra ciudad.
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