Los 38 años de la visita a Chivilcoy, del Dr. René Gerónimo Favaloro
Se registró los días 28 y 29 de noviembre de 1986 y el eminente médico cardiocirujano argentino, le tributó un homenaje al Dr. Santiago Fornos, con motivo del centenario de su tesis universitaria.
Además, concurrió al Hospital Municipal y ofreció una charla en Agrupación Artística, organizada por el Círculo Médico de nuestra ciudad.
Los días 18 y 29 de noviembre de 1986, hace ya, 38 años transcurridos, hubo de visitar Chivilcoy, el tan eminente y prestigioso médico cardiocirujano argentino, Dr. René Gerónimo Favaloro, quien, en esa particular ocasión, le tributó un especial reconocimiento y homenaje, a la ilustre figura del eximio médico cirujano lugareño, Dr. Santiago Fornos, primer director del Hospital Municipal de nuestra ciudad, con motivo de la conmemoración del glorioso centenario de su tesis, de 1886, presentada para obtener, en la Facultad de Ciencias Médicas, de la Universidad de Buenos Aires, el grado o título profesional de “Doctor en Medicina y Cirugía”; un trabajo científico, ciertamente, precursor o pionero, titulado “Las heridas del corazón no son siempre mortales”.
El Dr. Santiago Fornos, había nacido en la provincia de Entre Ríos, hacia 1856; cursó sus estudios superiores, en las aulas de la Facultad de Ciencias Médicas, de la Universidad porteña; fue practicante interno del Hospital Buenos Aires y practicante mayor interno del Hospital San Roque; en 1886, se graduó de “Doctor en Medicina y Cirugía”, con su relevante y célebre tesis; en 1887, se lo designó director del Hospital Municipal de nuestra ciudad, el cual lleva su imperecedero nombre, inaugurado un día patrio 25 de mayo de 1887, desempeñándose en dicho cargo, hasta 1897; junto al distinguido médico local, Dr. Antonio Novaro, atendió una clínica privada, sita sobre la calle Pellegrini, y falleció, a la edad de 63 años, el 15 de mayo de 1919, descansando sus restos en el Cementerio Municipal, dentro de un magnífico mausoleo, donde puede observarse una imponente estatua de cuerpo entero que lo recuerda y, prolonga en el curso del tiempo, su imagen y su presencia. Hombre de bien, probo y humanitario, se caracterizó por sus claros principios y valores, su rectitud e integridad moral, su gran vocación de servicio y abnegación personales y, su alma de piedad y amor fraterno, solidaria y generosa. El Dr. René Gerónimo Favaloro, procedió, en esa circunstancia, a colocar y descubrir una placa evocativa, frente a dicho mausoleo del Dr. Fornos, como elocuente y expresivo testimonio de homenaje, al cumplirse el centenario de su famosa tesis “Las heridas del corazón no son siempre mortales”.
Además, el Dr. Favaloro, concurrió al Hospital Municipal, en aquel momento bajo la dirección del Dr. Juan Manuel Iglesias y, en la Agrupación Artística, ofreció una charla ilustrativa, que organizó el Círculo Médico, precedida por palabras de presentación, del Dr. Raúl María Gutiérrez.
La tesis del Dr. Santiago Fornos, en el Archivo Literario Municipal
En el patrimonio bibliográfico y documental del Archivo Literario Municipal, poseemos un ejemplar original de la tesis del Dr. Fornos “Las heridas del corazón no son siempre mortales”, editada en forma libro, en el año 1886, en la imprenta, litografía y encuadernadora “Stiller y Laass”, situada en la calle San Martín Nro. 160, de Buenos Aires, con un breve texto dirigido a un amigo, llamado Antonio, y la correspondiente firma, de puño y letra, del propio autor. La citada publicación, dedicada a “mis padres y mis hermanos” y a los Dres. José María Ramos Mejía y Alberto Castaño, “en prueba de amistad y gratitud”, contabiliza unas 56 páginas y, se halla dividida en 6 capítulos; comprendiendo una exposición científica, clínica y teórica y, además, los resultados de la faz experimental, fáctica y empírica, aplicada en 4 perros.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.