Oración de primavera, en lunfardo…
Para recuperar la fe, el amor, la alegría, la euforia espiritual, las motivaciones, el optimismo, la ilusión y, los mejores sueños, frente a la angustia, la desazón, la incertidumbre, la frustración, el pesimismo, el pesar y, el desaliento, elevamos ahora, esta humilde y sencilla oración de primavera…
Una oración que, nos aleje del desánimo y el abatimiento, el dolor, las nostalgias y melancolías, el vacío interior, la vida sin sentido, las congojas, la depresión y las tristezas…
Una oración que, nos devuelva, imprima, transmita e infunda en nosotros, las ganas de hacer, crecer, trabajar, avanzar y soñar, juntamente con los principios y valores, la entereza, la fuerza y pujanza, el ahínco, el empuje, la nobleza y, la mayor energía…
Una oración que, deje atrás las mezquindades y egoísmos, las ruindades, vilezas y miserias humanas, la corrupción, la mugre, la degradación, la podredumbre y, todo, todo, todo lo malo…
Una oración que, nos permita recuperar la credibilidad, la veracidad, la confianza y, la razón y el significado de las cosas…
Una oración que, abra nuestros ojos e ilumine nuestra mente, para descubrir, comprender y discernir la realidad circundante, sin odios o rencores, grietas, discordias, engaños, falsas promesas, frivolidades, banalidades, pavadas y, muchas, muchas, muchas mentiras…
Una oración que, enternezca nuestros corazones, con la gracia celestial de Dios, el perdón, la azul y divina pureza, la bondad, la bienaventuranza y, la angelical dulzura…
Una oración que, ante un presente agobiante y dificultoso y, un porvenir incierto, obscuro y borrascoso, nos dé al final, una luz de pequeña esperanza…
Oración de primavera, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.
Yo te pido, Señor – parla sincera -, / con la voz del chamuyo, más genuina, / qué hoy florece fetén, en la Argentina, / la ilusión de una posta primavera. / Qué los sueños no copen la sesera, / qué el milagro, nos chape en cada esquina, / y un sol grande y chipola, que ilumina, / nos regale la imagen más fachera. / Qué se raje el invierno del afano, / el balurdo, el bajón, la fulería, / el camelo y la triste desconfianza… / Y que el tiempo nos lleve de la mano, / hacia un nuevo país – lunga alegría -, / del amor, el laburo y la esperanza.