Reflexiones lunfardas navideñas
Qué esta nueva Navidad, abra, de pronto, nuestros ojos; nos muestre el camino del amor, el trabajo, el progreso, el bienestar, el futuro y la esperanza y, nos proteja y salve, ante todo, de los chantas de siempre; los chantas que, para conservar y asegurarse sus privilegios, ventajas, beneficios e impunidades personales, no pretenden cambiar nunca nada, a fin de que todo, todo, todo, siga siempre, siempre como está… La Argentina del siempre lo mismo y el más de lo mismo, por los siglos de los siglos, amén.
En esta nueva y sentida celebración navideña, ofrecemos a ustedes, algunas humildes y modestas reflexiones, que nos ayuden a encontrar el auténtico y verdadero significado de la Navidad: Descubrir la divina y bienaventurada presencia de Jesús, el Hijo de Dios, el Emanuel, el Salvador y el Redentor del mundo, y que, a la luz y el calor del dulce y tierno niño, podamos ser cada día más buenos, más nobles, más justos, más fraternos, más generosos y más solidarios, con afecto hacia el prójimo y los semejantes, vocación de servicio, grandeza de alma y, espíritu evangélico. Más allá de la apariencia superficial y frívola, el brillo, las luces, los estruendos pirotécnicos y la rica y abundante opulencia gastronómica; más allá de tanta imagen carente de contenido y tanto cartón pintado; más allá de la vulgaridad, las banalidades humanas, la estupidez mental, el vacío interior y la pavada; lo más importante – lo fundamental, diríamos -, es descubrir, en lo más íntimo y hondo de nuestros corazones, la presencia, la doctrina y las sabias enseñanzas de Jesús, el eterno Maestro, nacido en un pobre y triste pesebre, de Belén de Judea.
Qué esta nueva Navidad, nos aleje y nos salve de los chantas de siempre, cuyo único propósito u objetivo, es no cambiar nunca nada, pues el gigantesco curro y el magnífico negocio, consiste en que todo, todo, todo, siga como está… Qué esta nueva Navidad, nos permita vencer el agobio, la congoja, la depresión y el desaliento; recuperar los principios y valores morales y el sentido ético, y volver a transitar el sendero de la fe, el amor, la honestidad, la sagrada y sublime cultura del trabajo, un horizonte de futuro y la venturosa esperanza. De lo contrario, de no cambiar nada, en las próximas celebraciones navideñas, dentro de cinco, diez, quince o veinte años, estaremos sumergidos en idénticas cuestiones y problemáticas, hablando de lo mismo, lo mismo, lo mismo que ahora… Reflexionemos, sincera y profundamente, en esta Navidad del 2021.
Villancico lunfa: Qué nos salve, el pibe Dios
Nació el divino purrete, / – aquí, lo bate mi voz -. / Qué nos banque la esperanza, / qué nos salve, el pibe Dios. / Qué nos salve, de los chantas, / en el mistongo vivir; / los chantas, que con su verso, / nos han sabido engrupir… /Qué nos salve, de los chorros, / – no nos hagamos chapar -; / tantos chorros y malandras, / que nos quieren afanar. / Qué nos salve de las broncas, / y el más fulero rencor, / y qué florezca en el rioba, / un mundo piola de amor. / Qué nos salve, de la mufa, / las pálidas y el bajón, / y qué brote en nuestro cuore, / un cachito de ilusión… / Qué nos salve, del bolazo, / el tongo y la falsedad, / y qué lejos del camelo, / siempre reine la verdad. / Qué nos salve, muy atenti, / de la injusticia mayor, / donde ninguno va en cana, / y el maleante está mejor… / Qué nos salve, de la falta / de laburo – triste afán -, / y en nuestra mesa junemos, / el diario morfi y el pan. / Qué nos salve, del balurdo, / y la malaria total, / y tengamos la Argentina, / más pulenta y fraternal. / Qué nos salve, de los garcas, / manyando el debute bien, / y nos cope la alegría, / por Cristo Jesús. Amén. / Nació el divino purrete, / – aquí, lo bate mi voz -. / Qué nos banque la esperanza, / qué nos salve, el pibe Dios.
Mensaje navideño lunfa
Desde un rioba mistongo, en lontananza, / hoy, te bato un mensaje navideño, / por el lindo purrete, tan pequeño, / por un cacho de amor, que no se alcanza… / Un mensaje – parola de enseñanza -, / con el cuore canchero y bien risueño, / que te pinte un bulín, de paz y ensueño, / y te mande un fangote de esperanza… / Un mensaje de fe, clara y debute, / que ilumine las yecas de una cheno, / de cristiana y pulenta santidad… / Para luego sentirte, che, salute, / de una forma especial, mucho más bueno, / esta nueva y chipola Navidad. Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.