Un patriarca de Chivilcoy y de la festividad del Carmen: el Dr. Juan Carlos Falivene (1922-2014)

El Dr. Juan Carlos Falivene, en el Hospital Municipal, durante la visita del Dr. rené Favaloro, el 28 de noviembre de 1986. Junto a él, el Dr. Juan Manuel Iglesias y el señor Oscar R. Fontana, Presidente de la Cooperadora del Hospital.

El Dr. Juan Carlos Falivene, en el Hospital Municipal, durante la visita del Dr. rené Favaloro, el 28 de noviembre de 1986. Junto a él, el Dr. Juan Manuel Iglesias y el señor Oscar R. Fontana, Presidente de la Cooperadora del Hospital.

El 13 de enero de 1922, nació en nuestra ciudad, el destacado y prestigioso médico cirujano y hombre público, Dr. Juan Carlos Falivene, quien a través de una larga y significativa trayectoria, en diferentes ámbitos y esferas locales, supo ganarse la bien merecida consideración, el particular respeto y el hondo afecto de toda la comunidad y el vecindario, por su alta capacidad profesional, sus vastos conocimientos y, sus múltiples virtudes y cualidades humanas. Se había graduado en los claustros de la Facultad de Ciencias Médicas, de la Universidad Nacional de Buenos Aires, en 1950, y luego en Chivilcoy, tras formarse y perfeccionarse, de un modo serio y profundo, en la clínica del eminente médico cirujano, Dr. Ricardo Finochietto, ejerció su dedicada y comprometida labor, como médico clínico y cirujano. Durante varias décadas, de una fervorosa e infatigable tarea, el Dr. Falivene, hubo de presidir la Comisión Por- Festejos, de la antigua y muy tradicional celebración patronal, religiosa y popular, de la Virgen Nuestra Señora del Carmen (Festividad que, se inició en el mes de julio de 1889); brindando a dicha actividad, su entrega espontánea y generosa, sus abnegados y mejores esfuerzos y, su auténtica y verdadera devoción cristiana. El Dr. Juan Carlos Falivene, falleció en Chivilcoy, el 14 de octubre de 2014, y hoy, nos quedan su imagen de genuino patriarca y símbolo ilustre de la barriada del Carmen y de la comunidad lugareña, y su hermoso y aleccionador ejemplo moral, de nobleza, probidad y rectitud.

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