El primer trasplante de corazón, en la Argentina, que se efectuó al chivilcoyano, Antonio Enrique Serrano, en 1968. El propio Serrano y el Dr. Oscar Pedro Prévide, fueron declarados “Ciudadanos Ilustres Post Mortem”, el 14 de diciembre de 2018.

El primer trasplante de corazón, en la Argentina, que se efectuó al chivilcoyano, Antonio Enrique Serrano, en 1968. El propio Serrano y el Dr. Oscar Pedro Prévide, fueron declarados “Ciudadanos Ilustres Post Mortem”, el 14 de diciembre de 2018.

junio 6, 2019 0 Por archivol
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Un conocido y apreciado vecino de nuestra ciudad, Antonio Enrique Serrano, de 54 años de edad, fue el singular y famoso protagonista, del primer trasplante de corazón, realizado en nuestro país, y el décimo noveno, llevado a cabo en el mundo, desde la primera operación, efectuada por el Dr. Christiaan Barnard, en Ciudad del Cabo, el 3 de diciembre de 1967. Dicha intervención quirúrgica pionera, hubo de concretarse, en la Clínica Modelo, de la ciudad de Lanús, el 31 de mayo de 1968, y estuvo a cargo del Dr. Miguel Bellizi y de un calificado equipo de profesionales, entre los cuales, se encontraba el destacado médico cardiólogo chivilcoyano, Dr. Oscar Pedro Prévide, quien hubo de establecer los debidos enlaces o vínculos, para facilitar aquella operación precursora. El señor Serrano, era paciente del Dr. Prévide, a raíz de un severo cuadro – prácticamente irreversible -, de insuficiencia cardíaca, por agrandamiento del corazón. Le restaban, por esa situación patológica, de suma gravedad, apenas, unos pocos meses de vida, y el Dr. Prévide, directa y estrechamente relacionado con el Dr. Bellizi, consideró la posibilidad de un futuro trasplante. El corazón donado, había pertenecido a Emilio Tomasetti, de 47 años de edad, fallecido en el Hospital Ramos Mejía, como consecuencia de un accidente cerebrovascular. Infortunadamente, Antonio Enrique Serrano, dejó de existir, el día 4 de junio de 1968, noventa y cuatro horas después, de la delicada operación; sufriendo un estado de coma neurológico, del que no pudo, en ningún momento, recuperarse.

Pero se trató del primer trasplante de corazón, en la República Argentina, un valioso y memorable precedente, en el historial de la ciencia médica, que a través de la figura de Antonio Enrique Serrano, le otorgó a Chivilcoy, una vasta y resonante trascendencia, en todos los medios periodísticos nacionales. Y el nombre de Antonio Serrano, hubo de inscribirse para siempre, en los anales de la cardiocirugía mundial.

La prensa porteña, el 4 de junio de 1968, bajo el titular “Murió el hombre del corazón injertado”, informaba: “Luego de dramáticas alternativas, que comenzaron a pronunciarse a partir del mediodía de ayer, falleció a las 2.45, Antonio Serrano, a quien el Dr. Bellizi le efectuó el viernes pasado un trasplante de corazón con el que llegó a vivir 94 horas. Se realizó una autopsia de los restos, y no quedarán dudas – advirtió el cirujano -, sobre el diagnóstico de las complicaciones que derivan en la muerte del paciente. Se presume la existencia de una lesión anatómica. Al Dr. Bellizi no lo tomó de sorpresa el desenlace: “Acá es la ley del todo o nada – dijo -. Hemos vivido por primera vez un montón de cosas – agregó -, y estamos dispuestos a brindar toda la experiencia recogida para aquellos que deseen lanzarse a efectuar otro trasplante”. Los restos de Antonio Serrano, fueron llevados a Chivilcoy”.

El 14 de diciembre de 2018, por una feliz y ponderable iniciativa, del Departamento Ejecutivo de la comuna, bajo la actual gestión del intendente municipal, Dr. Guillermo Alejandro Britos, durante el transcurso de una cálida y emotiva ceremonia, fueron declarados “Ciudadanos Ilustres Post Mortem” de Chivilcoy, Antonio Enrique Serrano y el Dr. Oscar Pedro Prévide; recibiendo los familiares de ambos, estas importantes distinciones, de manos del jefe comunal, Dr. Guillermo Alejandro Britos. En la oportunidad, usó de la palabra, la conocida y destacada médica cardióloga local, Dra. Graciela Mirta Botto, quien se refirió, a esta ya histórica y trascendente intervención, que sin duda alguna, ocupa un lugar de respetuosa consideración y nítido recuerdo, en los anales y archivos médicos y científicos, de la cardiocirugía mundial.