Reflexión lunfarda, en el Día del Trabajo: La importancia del laburo…
Qué este Día Internacional del Trabajo, nos invite a reflexionar, seria y hondamente, acerca de la gran importancia del Trabajo, y la urgente y perentoria necesidad de convertirnos en un país con cultura del trabajo, ya lejos de la Argentina, donde pierde la persona noble, honesta y laboriosa que trabaja; la Argentina que nivela e iguala hacia abajo; una Argentina – ignorancia, asistencialismo y miseria dependiente -, que no nos conduce, infortunadamente, a ninguna parte…
En este Día Internacional del Trabajo, el más sabio consejo y el mejor mensaje, deben sin dudas, ser estos: Sólo salvará a la Argentina, la recuperación de la cultura del trabajo, la producción, la generación de mano de obra, el crecimiento, el bienestar y la riqueza. Qué nadie nos mienta, engañe o defraude: Sin educación ni cultura del trabajo, el país jamás tendrá futuro, salida ni destino alguno…
En este Día Internacional del Trabajo, hay que adquirir profunda y verdadera conciencia de la crucial importancia del trabajo, como factor de pujante desarrollo y avance progresista de las naciones, las sociedades y los pueblos.
En este Día Internacional del Trabajo, hay que brindar el mayor aliento y apoyo, estímulo, valoración, reconocimiento, defensa e incentivo, a las distintas actividades laborales y productivas, dejando atrás la vieja y tan nefasta Argentina del siempre, siempre lo mismo, donde fatal e inexorablemente, siempre pierde, se perjudica, se funde y se empobrece la persona buena, noble y honrada, que trabaja y abona sus impuestos y obligaciones tributarias…
En este Día Internacional del Trabajo, hay que hablar mucho menos (Basta de discursos y palabras vacías de contenido, superfluas, estériles y vanas; basta de verso, camelo, sanata, chamuyo y densas cortinas de humo, que engrupen o estafan moralmente a la gilada), y trabajar mucho, mucho más, porque en definitiva, para ser creíble y recobrar la confianza, se tiene que predicar con el buen ejemplo de vida y conducta, y solamente, solamente valen los hechos auténticos y reales y, los resultados concretos y positivos… No podemos aguardar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada a fin de impedirlo y, ¡Los Hombres como los árboles, se conocen y aprecian por sus propios frutos!
En este Día Internacional del Trabajo, rescatamos la histórica y oportuna frase del Dr. Nicolás Avellaneda: “Nada está perdido, mientras queda en pie un pueblo que trabaja”.
En este Día Internacional del Trabajo, llegan a nuestros oídos, los aleccionadores e inolvidables versos del poeta gauchesco José Hernández, en el inmortal “Martín Fierro”: “El trabajar es la ley, / porque es preciso alquirir, / no se expongan a sufrir / una triste situación, / sangra mucho el corazón / del que tiene que pedir. / Debe trabajar el hombre / para ganarse su pan, / pues la miseria en su afán / de perseguir de mil modos, / llama a la puerta de todos / y entra en la del haragán. / Los que no saben guardar / son pobres aunque trabajen. / Nunca por más que se atajen / se librarán del cimbrón. / Al que nace barrigón / es al ñudo que lo fajen”.
En este Día Internacional del Trabajo, debemos escuchar nuevamente, las expresiones del General Juan Domingo Perón, cuando con énfasis, subrayaba: “En la Argentina, el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre; y es un deber porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume. La única moneda que vale para nosotros es la del trabajo y los bienes de producción que nacen del trabajo. Producir y ahorrar deben ser dos pensamientos grabados en la conciencia económica del pueblo. El progreso del país depende de la forma en que cada habitante trabaja, produce y ahorra. El que no trabaja, produce y ahorra es un elemento destructivo, un parásito social”.
En este Día Internacional del Trabajo, recordemos las afirmaciones del abogado, dirigente político y hombre público chivilcoyano, Dr. Francisco José Falabella: “La prioridad número uno es que todo el pueblo trabaje; que el trabajo sea organizado y estimulado por el Estado, y que mediante la multiplicación de los bienes y la riqueza – única fórmula -, se le pueda dar al pueblo, el bienestar general”.
¡Qué los chantas, los anti cultura del trabajo y los que viven de gratarola, de ojo de y arriba, no nos maten la alegría de vivir y trabajar, de luchar, de progresar y de soñar! ¡Qué no nos maten la cultura del trabajo, la cultura del saber y del estudio, la cultura del esfuerzo y la cultura de los genuinos y valederos méritos! ¡Qué no nos maten el sentido de la vida, las motivaciones, las perspectivas y expectativas, la fe, la ilusión, las esperanzas, el presente y el futuro…!
Porque sólo existe un único, luminoso y esperanzado rumbo: Volver al camino de la Educación y la Enseñanza, la Honestidad y el Trabajo.
La importancia del laburo, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.
Che, mi Dios, yo te bato, suplicante, / – vos que sos todo un capo soberano -, / por el lungo jotraba cotidiano / del mistongo y cachuzo laburante. / Te pido, por quien yuga – forte aguante -, / nunca afloja ni quiere meter mano, / y a pesar del bochinche y el afano, / posta y guapo, con fe, sigue adelante… / Te pido por el mango y la alegría, / se piante la malaria, y algún día / junemos un buen cacho de futuro… / Y venciendo al camelo y la ignorancia, / de pronto, carburemos la importancia, / la importancia pulenta del laburo.