El 7 de febrero de 1980, abrió sus amplias y generosas puertas comerciales, la ya bien tradicional y entrañable pizzería “Don Pedrín”, de Héctor E. Giallorenzi; una casa que, con más de tres décadas, de sostenida y fructífera labor, ha sabido acreditar una larga y rica trayectoria, y una servicial y permanente entrega, hacia toda nuestra comunidad. En el mismo sitio, donde anteriormente, habían funcionado, las pizzerías “Santa Rosa” y Santa María”, de Lafrosia y de las familias Cicero y Fanuela, respectivamente; se levanta este espacio de la gastronomía y el cálido y fraternal encuentro de los chivilcoyanos, con sus paredes cubiertas de estampas fotográficas y retratos, de distintos artistas locales, y su ambiente, tan familiar y propicio, para la bohemia y los sueños, las nostalgias y añoranzas y, los emocionados recuerdos, del tiempo, la vida y el pasado.