El 30 de junio de 1984, falleció en Buenos Aires, el notable y destacado fotógrafo y realizador cinematográfico, Ignacio Tankel (Ignacio Tankelevich), quien hubo de efectuar el rodaje, aquí, en nuestra ciudad, de varias películas; las cuales, lograron una apreciable trascendencia pública, y sentaron un singular y extraordinario precedente histórico, como un gran y admirable fenómeno, de orden artístico y cultural. Nacido en 1912, Tankel, arribó a Chivilcoy, hacia el año 1939, abriendo las puertas de un local de fotografía, y exteriorizando y canalizando, paralelamente, sus entusiastas y plausibles inquietudes fílmicas. Para ello, procedió a montar un estudio de cinematografía, en las instalaciones del antiguo Prado Español, sito en la intersección de la avenida Güemes y la calle Maipú. Dicho estudio, se denominó “Oeste Film”. En 1945, Tankel, hubo de rodar un documental, titulado “Chivilcoy, la Perla del Oeste”, y con posterioridad, llevó a cabo su primera película “La sombra del pasado”, primer largometraje, filmado, de una manera íntegra, en el interior del país – todo un alto y glorioso antecedente, en la historia del cine nacional -, que contaba con argumento, libreto y diálogos, del insigne escritor Julio Florencio Cortázar, quien por entonces, residía, aquí, en nuestra ciudad, ejerciendo la enseñanza, en las aulas de la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”. La citada película, que hoy, lamentablemente, se encuentra perdida, se filmó, desde el mes de agosto, hasta diciembre de 1946, con la participación de intérpretes locales y capitalinos; estrenándose, al año siguiente, el día patrio, 25 de mayo de 1947, en la sala del cine Metropol. El segundo de los filmes, se tituló “La tierra será nuestra”; una película, con actrices y actores, chivilcoyanos y foráneos, que se rodó durante el año 1948, efectuándose, su correspondiente estreno, el 28 de julio de 1949, en la sala del cine Savoy, de nuestra ciudad, y en forma simultánea, en el cine París, de Buenos Aires. La tercera película, titulada “prohibido para menores”, se filmó en Chivilcoy, y en la Capital; estrenándose en 1956, y finalmente, los dos últimos trabajos de Tankel, se rodaron en Buenos Aires: Nos referimos a las películas, “Las ruteras”, de 1968, y “Las dos culpas de Betina”, de 1974. En el Archivo Literario Municipal, conservamos, fiel y entrañablemente, una copia del filme «La tierra será nuestra», de 1948, que se estrenó en 1949. El 27 de agosto de 1983, la Asociación de Cine Amateur de Chivilcoy (ADECA), en el marco del Primer Certamen Nacional de Cine No Profesional, realizado en nuestra ciudad, le tributó a Tankel, un justiciero y bien merecido homenaje, por su trayectoria, su obra y su importante aporte. Pues, sin duda alguna, Ignacio Tankel, con sus iniciativas e inquietudes, su talento creativo, su genialidad realizadora, su férrea y prodigiosa acción y, su empeñoso dinamismo, fue el hombre y el magistral artífice de un maravilloso y verdadero milagro: el milagro del cine, hecho realidad, en Chivilcoy.
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