El poeta popular y autor teatral, Pascual Contursi, a 130 años de su natalicio

La página evocativa de la fecha, la destinaremos a la sentida y particular recordación, del auténtico y afamado poeta popular y autor teatral, Pascual Contursi, a 130 años, de su natalicio, acaecido aquí, en nuestra ciudad de Chivilcoy, el domingo 18 de noviembre de 1888. Pascual Contursi, vio la luz, en un inmueble de la calle Real Nro. 50 (Actualmente, avenida Soarez Nro. 183), modesto y laborioso hogar, de los nobles y honrados inmigrantes italianos, Don Francisco Contursi y Doña Catalina Maurino, quienes, en aquel momento, contaban con la edad de 34 años. Don Francisco Contursi, poseía, en aquel mismo lugar, una sastrería denominada “A la ciudad de Nápoles”; sumando, posteriormente, como anexos, los rubros comerciales de “sombrerería” y de “artículos escolares”. Asimismo, en forma paralela, Don Francisco Contursi, atendía una “Agencia Marítima”, brindando u ofreciendo, pasajes a Europa, y desde el continente europeo, a nuestro país, distintas órdenes de embarque y cambios de moneda. Breve tiempo más tarde, el 25 de febrero de 1889, Pascual Contursi fue bautizado, en el templo mayor de Nuestra Señora del Rosario, – ceremonia a cargo, del entonces cura párroco, presbítero Manuel Badano -, desempeñándose en calidad de padrinos, Doña Julia Rastelli, italiana de 27 años, y Don Francisco Suevo, también, italiano, de 40 años de edad. La familia de Pascual Contursi, que había arribado a Chvilcoy, hacia principios de la década de 1880, seguramente, por motivos y razones, de índole económica, resolvió, a comienzos del año 1890, abandonar nuestra ciudad, y radicarse en Buenos Aires. En la Capital, se establecieron en el barrio San Cristóbal, en la zona geográfica Sud, ocupando un típico y pintoresco conventillo de la época, sito sobre la calle Solís, entre las arterias, Chile e Independencia. Autor del memorable y celebrado tango, pionero o precursor “Mi noche triste”, que hubo de alcanzar, una vasta y resonante trascendencia y notoriedad, siendo grabado por Carlos Gardel, para el sello Nacional Odeón, el 9 de abril de 1917 – primer tango, que llevó a la placa discográfica, el inmortal Morocho del Abasto y Zorzal Criollo -; de la producción de Pascual Contursi, mencionaremos ahora, las letras y temas: “Flor de fango”, “El motivo”, “De vuelta al bulín”, “Ivette”, “Matasano”, “Amores viejos”, “La Cumparsita”, en colaboración con Enrique P. Maroni, “Bandoneón arrabalero”, “Ventanita de arrabal”, “Caferata”, “La he visto con otro”, “Clavelito”, etc. Además, en la faceta teatral, le pertenecen una serie, de aplaudidas y festejadas piezas escénicas, como los sainetes: “Percanta que me amuraste”, “Vayan saliendo los guapos”, “Al hipódromo argentino”, “Garabito”, “Un programa de cabaret”, “Porteño tenía que ser”, “Martineta y Carpincho”, “Quién fuera millonario”, “En el barrio de los tachos” y “Primavera rea”, y las revistas: “La milonga popular”, “Remate del bataclán”, “Pero hay una melena…”, “Señora revista”, “Revista de primavera”, “Saltó la bola”, “Del tango al charleston”, “Hasta el San Martín no para”, “Viva la República” y “Con esta sí”. Pascual Contursi, falleció el 29 de mayo de 1932, joven aún, a los 43 años de edad, en una sala del Hospicio de las Mercedes, víctima de un severo cuadro clínico, de profunda demencia. Había ingresado, a dicho establecimiento asistencial, el 30 de noviembre de 1931. En el mes de diciembre de 1981, el caracterizado y prestigioso, escritor, investigador y periodista chivilcoyano, Gaspar José Astarita (1928 – 2003), editó el interesante volumen “Pascual Contursi – Vida y Obra -, una minuciosa e ilustrativa semblanza biográfica, de este genuino y notable exponente, de las expresiones tangueras y la literatura popular argentina. Por otra parte, en noviembre de 1984, se bautizó a la calle Nro. 19, con el nombre de “Pascual Contursi”.

A Pascual Contursi, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Hoy, el tiempo me trae, todavía, su sentido recuerdo arrabalero, con un aire de dulce melodía, su buen porte, su traje y su sombrero. Hoy, florece de pronto, la poesía, de su típico acento milonguero; su bohemia y su clara fantasía, su pasión y su ensueño callejero… Hoy, de me acerco, de un modo muy sencillo, hasta el fiel cafetín y el conventillo, y lo encuentro otra vez, firme y cabal… Porque él siempre estará – larga memoria -, en las hondas raíces, en la historia, y en el alma del TANGO NACIONAL.