Don Valentín Pérez (1901-1980).
El 12 de julio de 1980, a los 78 años de edad, falleció en Chivilcoy, el auténtico e inspirado poeta gauchesco, Valentín Pérez, un hombre autodidacto, de genuina vocación y profundos anhelos de superación personal, quien a lo largo de varias décadas, de una fiel y sostenida labor, supo desarrollar una apreciable trayectoria, en el terreno de las letras, y en diversos ámbitos de la comunidad. Nacido en la ciudad de Veinticinco de Mayo, el 17 de diciembre de 1901, hacia el año 1903, arribó con su familia a nuestro medio, y fue así, que ya en los tiempos de su adolescencia y juventud, se incorporó, totalmente a nuestro medio, y se familiarizó, con la gente y el vecindario chivilcoyano. Don Valentín Pérez, junto a su oficio habitual de pintor, alimentó y promovió, distintas y plausibles inquietudes espirituales, y de ese modo, con Ángel G. Diaz, hubo de fundar, el conjunto dramático «El Ceibo»; el cual, el 8 de julio de 1947, representó, en las instalaciones del club Racing, su pieza teatral, titulada «Luna de arrabal». Además, durante varios años, de firme y empeñosa actividad, hubo de presidir la Comisión Amigos de la Plaza Mariano Moreno, que llevó a cabo, la construcción del Monumento a la Madre; una magnífica y admirable obra del gran escultor y docente chivilcoyano, profesor Antonio Bardi, inaugurada el 16 de octubre de 1960. En el mes de mayo de 1954, entregó a la estampa, el volumen «Plegarias Laicas, Bosquejo de Barrio, Páginas pasionales», con un prólogo, del recordado dirigente político y deportivo, periodista, escritor e investigador del pasado local, Don Vicente José Abriola, y en diciembre de 1966, bajo el sello gráfico de «Fígaro», del notable y destacado periodista, escritor y docente, Don Diego Bernabé Rositto, editó el libro, de sentidos y sabrosos versos criollos y camperos, denominado «El Arriero de nubes»; el cual, tiene una presentación, del propio Diego Rositto. Un verdadero poeta, del ambiente rural, las costumbres gauchas y las cosas nuestras, que sin dudas, supo ganarse un digno y honroso espacio, en historial de las letras chivilcoyanas.
