Inauguración de la Estación Terminal de Ómnibus

Postal fotográfica de la Terminal de Ómnibus de Chivilcoy.El 15 de mayo de 1982, en pleno conflicto bélico, entre nuestro país y Gran Bretaña, se llevó a cabo la ceremonia oficial de inauguración, de la Estación Terminal de Ómnibus, de Chivilcoy; la cual contó con la presencia de las autoridades municipales, encabezadas por el entonces intendente, Don Héctor Vaccari, el correspondiente concesionario de la obra, Don Roberto J. Druker, y una significativa cantidad de público. La bendición de las instalaciones, de la nueva Terminal, a la que se le impuso el nombre de “Estación Norte”, estuvo a cargo del titular de la Parroquia San Pedro, de nuestra ciudad, presbítero Gregorio López. Leer más…

Inauguración de la Estación Terminal de Ómnibus

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Postal fotográfica de la Terminal de Ómnibus de Chivilcoy.

Postal fotográfica de la Terminal de Ómnibus de Chivilcoy.

El 15 de mayo de 1982, en pleno conflicto bélico, entre nuestro país y Gran Bretaña, se llevó a cabo la ceremonia oficial de inauguración, de la Estación Terminal de Ómnibus, de Chivilcoy; la cual contó con la presencia de las autoridades municipales, encabezadas por el entonces intendente, Don Héctor Vaccari, el correspondiente concesionario de la obra, Don Roberto J. Druker, y una significativa cantidad de público. La bendición de las instalaciones, de la nueva Terminal, a la que se le impuso el nombre de “Estación Norte”, estuvo a cargo del titular de la Parroquia San Pedro, de nuestra ciudad, presbítero Gregorio López. Recordemos que, en dicho predio, adquirido por la municipalidad local, a la empresa Ferrocarriles Argentinos, hacia el año 1977, se levantó la antigua e imborrable Estación Ferroviaria “Norte”; la cual, se había inaugurado, un histórico 11 de septiembre de 1866, con la promisoria llegada del primer tren a Chivilcoy, y que fue, posteriormente, clausurada en 1968, ante el estupor y la profunda consternación del  vecindario; asistiéndose después, a la penosa demolición de aquel preciado inmueble, toda una genuina reliquia, un glorioso baluarte y un símbolo o emblema, en la vida, el corazón, el sentir y, la propia identidad ciudadana, de todos los chivilcoyanos.