La figura de Don Calixto Calderón, un  ilustre fundador,  que fuera noble y laborioso labriego, y logró un digno y honroso espacio, en la historia de Chivilcoy.

La figura de Don Calixto Calderón, un  ilustre fundador,  que fuera noble y laborioso labriego, y logró un digno y honroso espacio, en la historia de Chivilcoy.

octubre 23, 2019 0 Por archivol
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La página evocativa de la fecha, la destinaremos a la sentida y especial recordación, de la ilustre figura de Don Calixto Calderón, un hombre, de fiel y apreciable trayectoria, aquí, en nuestro medio, quien hubo de integrar la comisión de vecinos, encargada de elegir el lugar del nuevo centro de población, en 1854, junto a Don Federico Soarez, su presidente, y los memorables pioneros y fundadores, Don Manuel Villarino, Don Cayetano Castro, Don Valentín Fernández Coria, Don Manuel López, Don Mariano Benítez y Don Gabriel Ramírez. De origen sanjuanino, había nacido, hacia el año 1797, y en su juventud, con verdadero coraje y un particular heroísmo, hubo de integrar las filas del ejército argentino; participando en las duras y esforzadas campañas militares,  de la gesta criolla de la independencia nacional, y de la guerra contra el imperio del Brasil, y alcanzando así, por su clara valentía y admirable denuedo, el bien merecido grado de capitán.

En el capítulo segundo, del instructivo e interesante libro “Chivilcoy en sus orígenes”, del destacado y prestigioso historiador Mario Visiconte, editado en el mes de octubre de 1966, con el patrocinio de la Dirección de Cultura, de la Municipalidad de Chivilcoy, acerca de Don Calixto Calderón, nos ofrece un informe, que data del año 1851, y subraya que: “Era federal nato. Patria: San Juan, edad: 53 años. Casado y labrador. Posee un capital, como de doscientos mil pesos, sabe leer y escribir regular. Servicios prestados a la causa nacional de la Federación. Perteneció al Ejército Argentino de operaciones, contra el Gabinete de Brasil, en la clase de Capitán de Línea. Se separó en el año 1828, por no simpatizar con los insurreccionados, encabezados por Juan Lavalle. Se halló en el glorioso triunfo de armas argentinas, en el Paso del Ombú, en que recibió un golpe, y por su consecuencia, estuvo enfermo los años de 1829, 1830 y 1831. En 1832 salió a este destino ya restablecido. Como ciudadano, prestó los servicios a que fue llamado. En 1836, fue nombrado Teniente Alcalde hasta el año 1843, en que fue nombrado Alcalde, hasta el mes de noviembre del año 1848, en que fue encargado interinamente, del Juzgado de Paz, hasta el 22 de septiembre de 1851”.

Por su parte, el caracterizado dirigente político y deportivo, periodista, escritor e investigador de nuestro pasado lugareño, Don Vicente José Abriola, en el volumen “Trozos de historias chivilcoyanas”, publicado en 1997, sobre la vida y la actividad personal, de Don Calixto Calderón, a manera de semblanza biográfica, puntualiza: “En el año 1835, el Juez de Paz de la Guardia de Luján, Don Pedro Casas, designó al vecino de este lugar, Don Calixto Calderón, para desempeñar las funciones de Teniente Alcalde del Cuartel Segundo. El señor Calderón, iba a tener una actuación destacada en el futuro de Chivilcoy. Persona culta, gran patriota, trabajador incansable y dotado de un temple de acero, pues había que tenerlo en aquella época, para imponer su autoridad entre el elemento bravío. El señor Calderón, administró justicia, otorgando la razón, a todo aquel que la merecía, y por ese motivo, lo respetó todo el vecindario, al que también él, supo siempre respetar. Don Calixto Calderón, fue guerrero de la Independencia y de la guerra con el Brasil, desempeñando el cargo de Teniente, ayudante del general Belgrano, en el Ejército del Norte, y se encontró en las batallas de Tucumán y de Salta. En la campaña de Brasil, sirvió a las órdenes del coronel Lucio V. Mansilla. Fue herido en el primer combate, que sostuvieron las tropas argentinas en  el Paso del Ombú, donde fue ascendido a Capitán, por su heroico comportamiento. Don Calixto Calderón, fue tronco de una numerosa y distinguida familia chivilcoyana; destacándose por su inteligencia y saber, en todos los órdenes de las disciplinas humanas, jueces, médicos, abogados, periodistas, militares, poetas, historiadores y diplomáticos”.

Don Calixto Calderón, había contraído matrimonio, con Doña Petrona Falcato, naciendo de aquella relación, numerosos hijos y descendientes, algunos de los cuales, alcanzaron una gran relevancia y trascendencia, en el plano lugareño y, en la esfera nacional. Falleció en 1870, y en 1952, hubo de imponérsele su nombre, a la avenida – prolongación de la avenida Villarino -, que con anterioridad – denominación asignada en 1936 -, llevaba el nombre, del notable y prestigioso médico, docente  y hombre público local, Dr. Pedro J. Uslenghi (1877 – 1933).

A Don Calixto Calderón, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.

Hoy, lo veo en  el paisaje, tan agreste de la pampa, con su firme y clara estampa, su nobleza y su coraje. Y le rindo un homenaje, de justicia y corazón, porque sé de su actuación, y su temple verdadero: Fundador y gran pionero, Don Calixto Calderón.