Pinceladas históricas, de la plaza Bartolomé Mitre de Chivilcoy

Pinceladas históricas, de la plaza Bartolomé Mitre de Chivilcoy

enero 23, 2019 1 Por archivol
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El sábado 19 de enero de 2019, hubo de llevarse a cabo, la feliz inauguración de las obras, de puesta en valor, realizadas en la plaza Bartolomé Mitre, de nuestra ciudad, bajo la gestión municipal del Dr. Guillermo Alejandro Britos, como un eslabón más, de una serie de trabajos, de refacción, restauración y embellecimiento, efectuados por la comuna, en distintos paseos públicos locales. Esta afortunada circunstancia, nos invita a ofrecer, ahora, este conjunto de pinceladas evocativas, sobre la plaza Bartolomé Mitre, a fin de conocer algunos interesantes aspectos de su historia, a lo largo del tiempo y el curso cronológico, de los años.

El 6 de noviembre de1866, en el seno de la entonces Corporación Municipal – primer gobierno comuna, instalado y constituido, el 25 de marzo de 1856 -, por una iniciativa, del ilustre fundador y pionero lugareño, Don Manuel Villarino, se bautizaron las diferentes plazas, de nuestra ciudad, a uno de los paseos públicos, se le asignó el nombre, del notable y destacado escritor, poeta, periodista, pensador y político, Esteban Echeverría (1805 – 1851), autor, entre otros libros, de su producción, de los volúmenes: «El Matadero», «La Cautiva» y «Elvira o la Novia del Plata».

El 8 de junio de 1901, a través de la ordenanza Nro. 43, del Honorable Concejo Deliberante, que presidía Don Manuel E. del Castillo, a la plaza Esteban Echeverría, se le suprimió dicha denominación, otorgándole el nombre, del teniente general Bartolomé Mitre. La mencionada ordenanza, fue pocos días más tarde, el 12 de junio, promulgada por el intendente municipal de Chivilcoy, Don Ernesto A. Barbagelata.

El 10 de noviembre de 1906, el Honorable Concejo Deliberante local, presidido por Don Vicente Domingo Loveira, hubo de sancionar la ordenanza Nro. 51, que facultaba al Departamento Ejecutivo de la comuna, para eregir un busto, al teniente general Bartolomé Mitre, en la plaza homónima. Se conformó al efecto, una comisión de vecinos, integrada por A. Mariano Castellanos, Emilio N. Moras, Manuel E. López, Sebastián F. Barrancos, Mario M. Calderón, Adrián Menéndez, Enrique Biaus, J. P. Castllo, Santiago M. Mindurry y Emilio O´Leary. La mencionada ordenanza, fue luego promulgada, el 12 de noviembre, por el intendente municipal, Don A. Mariano Castellanos. Recordemos que, el teniente general Bartolomé Mitre, presidente de la Nación, entre 1862 y 1868, había nacido en Buenos Aires, el 26 de junio de 1821, y falleció en la Capital, a los 84 años de edad, el 19 de enero de 1906.

El 22 de octubre de 1907, en la celebración del 53 aniversario, de la fundación de Chivilcoy, hubo de llevarse a cabo, la brillante y significativa ceremonia inaugural, del busto del teniente general Bartolomé Mitre, ubicado en el centro, de la plaza. Se trata de una magnífica y admirable obra, del gran escultor y docente español, radicado aquí, en la Argentina, Torcuato Tasso Nadal (1855 – 1935).En el citado acto, participaron las autoridades de la comuna, encabezadas por el intendente municipal, Don Vicente Domingo Loveira, el ministro de Gobierno, de la provincia de Buenos Aires, Dr. Emilio Carranza, el militar chivilcoyano, teniente general Don Ramón Jones, el distinguido y prestigioso jurisconsulto, catedrático y tratadista, Dr. José León Suárez, el almirante Howar y el general Duclós, etc.

El 6 de junio de 2006,se inauguró en la plaza Bartolomé Mitre, un monolito evocativo, en memoria del caracterizado escritor, investigador y periodista chivilcoyano, Gaspar José Astarita, nacido en el mes de enero de 1928, y fallecido el 6 de junio de 2003, fundador y conductor, del periódico «Tango y Lunfardo», ex director, junto al periodista, escritor y poeta, José María Grange (1930 – 1992), del matutino «La Campaña», y miembro de la Academia Nacional del Tango y de la Academia Porteña del Lunfardo. Antiguo y muy querido vecino del barrio, de sus obras editadas, mencionaremos los libros: «Argentino Galván», «Pascual Contursi», «Prontuario de una esquina», «Encarnación Corujo», «Retablo chivilcoyano», «Abel Fleury», «Cortázar en Chivilcoy», «Italianos en Chivilcoy», etc.

El 14 de septiembre de 2006, Día del Boxeador (En recordación y homenaje,  del famoso combate, librado el 14 de septiembre de 1923, entre el púgil argentino Ángel Firpo y el estadounidense, Jack Demsey), se procedió a la inauguración oficial, del monumento al Boxeador, una bien lograda y apreciable obra, del diestro y destacado escultor local, Osvaldo Néstor López. Dicho monumento, se halla ubicado, delante de la calle Rosetti, y del lugar donde funcionó, el inolvidable Estadio de Box «Pascual Pérez», fundado por el ex intendente municipal de Chivilcoy, entre 1981 y 1983, Don Héctor Vaccari, el 18 de marzo de 1955. El mencionado Estadio, fue adquirido después, hacia 1957, por Don Francisco J. Argnani, transformándose en un «Estadio Regional de Deportes», y desapareciendo, finalmente, en las postrimerías de la década de 1950.

Décimas a la plaza Bartolomé Mitre, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Naciste un lejano día, de un tiempo, ya centenario, con el nombre literario, de Esteban Echeverría. Y después, tu geografía, de un modo fiel y empeñoso, fue creciendo, sin reposo, bajo un cielo iluminado, en medio de un barrio honrado, servicial y laborioso. Mitre, luego, te llamaron, como homenaje genuino, a un presidente argentino, cuyo busto, inauguraron. Y entonces, muy bien, forjaron, tu típica identidad, tu corazón de amistad, y tu esencia verdadera, junto a la voz callejera, y en medio de la ciudad. Pintoresca y legendaria, con tu imagen especial, tu espíritu vecinal, y tu humilde vida diaria… Hoy, mi acento, hecho plegaria, recupera tu memoria, y frente a la vieja gloria, de un Chivilcoy olvidado, vuelve a tu hermoso pasado, y a tu larga y rica historia. Noble símbolo y baluarte, de honda fibra popular, hoy, te vengo a recordar, y de nuevo, a contemplarte… Por eso, quiero cantarte, como un profundo deber, y al verte así, florecer, armoniosa y dulcemente, siento tu claro presente, y los ecos de tu ayer.