EL POEMA LUNFARDO

EL POEMA LUNFARDO

octubre 11, 2018 0 Por archivol
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LOS HOMBRES, COMO LOS ÁRBOLES…

No debemos engañarnos, con las falsas apariencias, el aspecto exterior y, la fachada, frívola y superficial, de los mentidos vendedores de imagen… Las personas, sólo valen por su honrada conducta, sus obras positivas, sus realizaciones, tangibles y concretas y,  sus buenos ejemplos morales, de vida…  Nada significan, las meras e inútiles palabras, carentes de sentido… “Los Hombres, como los árboles – bien lo señalaba Jesús, en las maravillosas páginas del Evangelio -, se conocen por sus propios frutos”.

ESCUCHÁ lo que te bato,

con debute claridad,

chamuyando, segurola,

esta justa y gran verdad.

Los Hombres, como los árboles,

-cazá el dato, che, melón -,

se conocen por los frutos

de su polenta y su acción.

El resto, es sólo apariencia,

pura cáscara, quizás;

camelo, cartón pintado,

y parolas, nada más…

El resto, es la pinta trucha,

y la imagen exterior,

que engrupen a los gilunes,

con bolazos de color…

Oí muy bien, lo que te canto,

en mi espiche singular,

para que nadie, chitrulo,

te pueda así, empaquetar…

La gente vale, che, flaco,

por yugar y por hacer,

y de una forma bien piola,

vos, lo sabrás aprender.

No te engañés, con la jeta,

la facha superficial,

las caretas faroleras,

y el macaneo total…

Los Hombres, como los árboles,

en cualquier tiempo y edad,

se conocen por sus obras,

y esta, es la posta verdad.

                   LOS HOMBRES COMO LOS ÁRBOLES, SE CONOCEN POR SUS FRUTOS

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.