El poeta gauchesco, Enrique Pedro Schiaffino Errecalte, y sus libros de versos.

El poeta gauchesco, Enrique Pedro Schiaffino Errecalte, y sus libros de versos.

noviembre 23, 2017 0 Por archivol
Compartir

Portada, del primer volumen de versos, del genuino e inspirado, poeta chivilcoyano, Enrique Pedro Schiaffino Errecalte, nacido el 26 de septiembre de 1919 y fallecido el 3 de octubre de 1971.

La página evocativa de hoy, nos recuerda la figura, del genuino e inspirado, poeta gauchesco chivilcoyano, Enrique Pedro Schiaffino Errecalte, un autor que, a lo largo de su trayectoria, dentro del campo de las letras, hubo de caracterizarse, por su espontánea y manifiesta autenticidad, su amplio conocimiento y experiencia, acerca del ambiente rural, las costumbres camperas y el criollismo, y su sincero y profundo espíritu creativo. Nacido el 26 de septiembre de 1919, fue uno de los hijos, de Don José Schiaffino, productor agropecuario, comerciante y hombre público lugareño, ex intendente municipal de Chivilcoy, en 1926, y entre los años, 1948 y 1952. En el mes de diciembre de 1944, Enrique Pedro Schiaffino Errecalte, entregó a la estampa, el sentido y hermoso libro: “Un Pial al poema de los campos”, cuyos textos poéticos, se hallaban acompañados, por bien logradas y sugestivas ilustraciones, del polifacético y talentoso artista plástico, músico, poeta, y singular exponente, de nuestra cultura chivilcoyana, Antonio Donato Ginnetty (1916 – 1977), quien, en la década de 1960, hubo de efectuar, la extraordinaria y admirable restauración estética, de la estatua de la Diosa Hebe, de la plaza principal, 25 de Mayo. En el mes de octubre de 1978, el hermano de Enrique Pedro Schiaffino Errecalte, el contador público, Dr. Nicolás Hipólito Schiaffino, resolvió publicar, el libro póstumo: “Marca, señal y descornador”, donde reunió, bajo el sello gráfico local “Fígaro”, un conjunto de poemas inéditos. Enrique Pedro Schiaffino Errecalte, falleció en Buenos Aires, joven todavía, a los cincuenta y dos años de edad, el 3 de octubre de 1971. Perduran, pues, su cálido recuerdo, su obra de genuino poeta, y su puntual y valioso aporte, a la historia, la esencia y la lírica voz, de nuestra literatura chivilcoyana.

Con un gaucho adentro, por Carlos Armando Costanzo.

Viejo gaucho, de pampa y tradiciones, en un tiempo de leguas y troperos, ranchos, pingos, palenques y taleros, chiripá, rastras, ponchos y facones. Viejo gaucho, de taba, patacones, yerras, domas, espuelas, crines, cueros, mate, truco, guitarras, entreveros, pulperías, asados y fogones… Yo pregunto, canejo ¿Adónde ha ido, galopando la noche, hacia el olvido, porque ahora, su rastro, ya no encuentro?… Y una voz, me contesta, conmovida: Ese gaucho cabal, que fue su vida, todo criollo de ley, lo lleva adentro.