Recordando al prestigioso médico lugareño, Dr. Carlos Andrés Correa (1877 – 1963).

Recordando al prestigioso médico lugareño, Dr. Carlos Andrés Correa (1877 – 1963).

mayo 3, 2018 0 Por archivol
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El caracterizado y prestrigioso, médico lugareño, Dr. Carlos Andrés Correa, en una caricatura, del joven y malogrado dibujante, Horacio Ávila, realizada en la década de 1930. Nacido en la provincia de San Juan, el 4 de febrero de 1877, el doctor Correa, falleció en Chivilcoy, en 1963, después de una fecunda y ejemplar trayectoria profesional, al servicio de la salud, de toda nuestra ciudad.

En fecha reciente, la vecina chivilcoyana, María Rosa Cocozza, efectuó al Archivo Literario Municipal, la donación de una pluma y un cortapapeles, de escritorio, que pertenecieron, al caracterizado y muy prestigioso médico lugareño, Dr. Carlos Andrés Correa; un hombre, de prolongada y fecunda trayectoria, en el campo de la salud, quien a lo largo de la existencia y la ardua labor asistencial, supo distinguirse por sus altos principios y valores morales, su conducta de honradez, integridad, nobleza y rectitud, sus amplios y sólidos conocimientos científicos, su vasta solvencia profesional, su espíritu caritativo y humanitario y, su actitud altruista y generosa, de auténtico y verdadero amor hacia el prójimo, frente al dolor, la enfermedad, la angustia y los padecimientos de cada uno de sus semejantes. El Dr. Carlos Andrés Correa, había nacido en la provincia de San Juan, el 4 de febrero de 1877, y cursó sus estudios superiores, en los claustros de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Buenos Aires, graduándose de médico, a los veintiocho años de edad, hacia 1905. El 1 de octubre, de ese mismo año, se estableció, aquí, en nuestra ciudad, abriendo las puertas de su flamante consultorio, y en breve tiempo, merced a sus cualidades y virtudes personales, su gran vocación de servicio y su ejemplar magnanimidad, pronto se conquistó, la mayor consideración, y el sincero y especial afecto del vecindario, y de toda la comunidad chivilcoyana. Como facultativo, de auténtica y real valía, y genuino y elevado predicamento, se desempeñó en el Hospital Municipal, la Comisaría de Policía, la Asistencia Pública y el Patronato de la Infancia, e integró el grupo fundador, de la Sociedad “La Cosmopolita” y del Sanatorio Chivilcoy.  El Dr. Carlos Andrés Correa, hubo de presidir, durante varios años, de sostenida y fiel actividad, el Ateneo de la Juventud “Dr. Juan Bautista Alberdi”, importante centro cultural, de nuestro medio, que se había creado, el 11 de mayo de 1931. En dicho Ateneo, se ofrecieron distintos ciclos de disertaciones o conferencias; se realizaron espectáculos artísticos y conciertos musicales, y asimismo, se hubieron de dictar numerosos cursos, de historia argentina, idioma nacional, literatura, matemática, contabilidad y teneduría de libros, química, dibujo, música, instrucción cívica, caligrafía, dactilografía, labores, tejido, guitarra, violín, inglés, francés, italiano, arte decorativo, cosmografía, corte y confección, bordado, etc. El mencionado centro cultural, se encontraba situado, en la calle Hipólito Yrigoyen (En aquel momento, se denominaba Gobernador Arias), Nro. 162. El Dr. Carlos Andrés Correa, tronco de una tradicional y reconocida familia chivilcoyana, falleció en 1963.

Soneto al Médico, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Allí estás, siempre fiel, junto a la gente, de una forma constante y muy humana, y tu entrega fraterna, se hace hermana, del pesar del enfermo y el sufriente. Con un gesto de amor, hacia el paciente, allí estás, en tu lucha cotidiana, y día a día, y semana tras semana, trabajando sin pausa, vas de frente… Decisión y coraje, largo anhelo, grandes sueños, esfuerzos y desvelo, sentir noble, actitud comprometida… Vocación de servicio, clara y fuerte, desafiando al dolor, y ante la muerte, allí estás, en defensa de la vida.