Reflexión lunfarda: La gran importancia de la Educación, en la Argentina del siempre lo mismo, que nivela hacia abajo…
El célebre filósofo griego Sócrates (470 – 399), decía: “Sólo hay un bien: el conocimiento; sólo hay un mal: la ignorancia”.
La gran importancia de la Educación, en un país que lamentablemente, nivela hacia abajo y necesita la ignorancia y la pobreza dependiente, para seguir siendo la Argentina del siempre lo mismo…
La ignorancia, que somete, sojuzga, domina y esclaviza; la ignorancia que no nos permite pensar y razonar; la ignorancia que nos masifica y hace incultos; la ignorancia que nos arrodilla y prosterna frente al poder… Debemos luchar, esforzarnos y perseverar, para encontrarle a la Vida un sentido profundo y elevado y ser en definitiva, mejores, no, muchos peores…
Hoy, más que nunca, debemos reivindicar, privilegiar y exaltar la gran importancia de la Educación, como un factor básico y fundamental del aprendizaje, la capacitación intelectual, la formación cultural, el crecimiento, el desarrollo y, el avance progresista de las naciones, las comunidades sociales y los pueblos.
La gran importancia de la Educación, para transmitir, infundir e inculcar principios y valores morales, humanos, patrióticos y espirituales, de amor al prójimo, humildad, respeto, justicia, verdad, honradez, rectitud, laboriosidad y generosa solidaridad.
La gran importancia de la Educación, para no ser víctimas del fraude, el engaño, las vanas promesas, las falsedades y las mentiras…
La gran importancia de la Educación, para forjar y cimentar la Escuela de la sagrada Cultura del Trabajo, las actividades productivas, la expansión económica y la generación de riqueza.
La gran importancia de la Educación, en un país que, especialmente, en la órbita docente y pedagógica, nivela siempre hacia abajo, careciéndose de rendimientos y resultados escolares.
La gran importancia de la Educación, en la Argentina del círculo vicioso del siempre, donde por desgracia, jamás cambia nada (porque no existen el propósito, el menor interés o la más mínima intención de cambiar nada), y siempre pierde, se perjudica, se empobrece y, hasta termina fundida, la persona buena, honrada y laboriosa que trabaja y abona sus impuestos y obligaciones tributarias.
La gran importancia de la Educación, en el triste y penoso contexto de un país, donde infortunadamente, se necesitan la ignorancia, el analfabetismo y la pobreza dependiente, para seguir siendo, a través del tiempo y el curso de los años, la eterna Argentina del repetido y tan remanido siempre lo mismo…
No podemos aguardar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada a fin de impedirlo; cosecharemos en el mundo, lo que hemos sembrado y, los Hombres como los árboles, se conocen y aprecian por sus propios frutos.
Únicamente salvará a la Argentina, la tan saludable y benéfica recuperación de la sagrada Cultura del Trabajo, pues sólo existe un rumbo: Volver al camino de la Educación, la Honestidad y el Trabajo…
La gran importancia de la Educación, porque sin Educación, el país carece de todo porvenir, salida ni destino alguno…
La Educación, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
QUÉ importante, che, loco, qué importante, el chamuyo instructivo de la escuela, con su pinta de posta escarapela y su cuore de amor, saber y aguante. Qué dejes ya de ser un atorrante, – mucha fiaca y pachorra de novela -, y elegí, sin pensar en farra y tela, el camino del noble laburante… No te me hagás el piola y canfinflero, carburá lo que parlo, en el balero, cazá el libro y piantá de la vagancia… Porque sólo con el conocimiento, borraremos – oí mi batimento -, la sombra y todo el mal de la ignorancia. Y aunque ahora, mi espiche suene duro, manyá bien de memoria, la lección: La Argentina jamás tendrá futuro, mientras ni haya, che, loco, Educación.