Reflexión lunfarda: La presencia de la Radio, en la vida cotidiana.

Reflexión lunfarda: La presencia de la Radio, en la vida cotidiana.

marzo 9, 2018 0 Por archivol
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La radio – nos estamos refiriendo al aparato radiorreceptor -, constituye también, un tema digno, de la celebración y el recuerdo, por parte, de la expresiva y canyengue voz del lunfardo; esa voz, que intenta aproximarse a la gente, y reflejar, de una forma cálida y sincera, los genuinos y verdaderos sentimientos populares. La radio, que suele ocupar un espacio de privilegio o preferencia, en cada una de nuestras casas, e inunda, con sus palabras, sus melodías y, el embeleso y la fascinación de su magia, el aire, la atmósfera doméstica y el íntimo ambiente, de los hogares. La radio, que diariamente, nos informa, acerca de la realidad cotidiana; una realidad que, muchas veces, nos abruma y nos agobia, por todo un cúmulo de noticias, ligadas a múltiples y sangrientos episodios delictivos, la cruel violencia de género, la corrupción, la injusticia, la marginación social, la miseria, el desempleo, la frustración y la dolorosa desesperanza… La radio, que tanto en los momentos felices, como en los amargos, constituye, clara y fundamentalmente, una gran e inseparable compañía, de todos y cada uno de nosotros; trayéndonos, a través de su frecuencia y sintonía, un grato y apacible instante, de gozo, distracción, deleite y largo sosiego. La radio, con su intenso y permanente ritmo, sus boletines informativos, sus espacios y publicidades comerciales y, sus musicales cadencias; la radio, con sus comentarios de actualidad, sus opiniones reflexivas y su fraternal mensaje; la radio, con su desarrollo deportivo y sus transmisiones futbolísticas, rebosantes de pasión y euforia domingueras, tiros libres, penales, disparos al arco y memorables goles… La radio, ya incorporada a la propia familia, y muy viva y presente, en cualquier situación o circunstancia… La radio, a la cual, ahora, le decimos, en un franco y sentido homenaje lunfardesco.

La radio, por Carlos Armando Costanzo, fundador y director organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña de Lunfardo.

Vos sos, en mi bulín, la compañera, macanuda y fetén, de cada día, que me das, tu chamuyo y tu armonía, y también, me bancás, la noche entera. Vos sos, esa parola tan canchera, del consuelo y la posta sintonía, que alejás, toda negra fulería, y has llenado de sueños, mi piojera. Vos sos, esa canción dulce y banana, que bien pulenta, desde la mañana, en la zapie mistonga, estás prendida… Y aunque medio cachuza y sin aliento, me brindás tu debute sentimiento, alegrando las horas de mi vida.