Sucesos chivilcoyanos del mes de septiembre…

Sucesos chivilcoyanos del mes de septiembre…

octubre 4, 2022 Desactivado Por archivol
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El 26 de septiembre de 1958, se establecieron las firmes y seguras bases fundacionales, de la Asociación de Lucha contra la Parálisis Infantil (ALPI), una entidad que, nació de un modo decidido y solidario, a raíz de una muy grave y dramática epidemia de poliomielitis – la cual, asoló a nuestro país y a Chivilcoy, durante los años 1956, 1957 y 1958 -, y que hubo de llevar a cabo, y desenvolver así, toda una infatigable y fecunda labor asistencial, de más de cuatro décadas. La primera comisión directiva, de dicha institución, fue presidida por la señora Ana Abadie de Gutiérrez. La citada entidad, que se hallaba situada sobre la calle Salta Nro. 110, de nuestra ciudad, se disolvió, finalmente, hacia el mes de diciembre de 1999. Puntualicemos además que, en medio de la implacable epidemia de poliomielitis, dos hábiles e ingeniosos técnicos chivilcoyanos: Argentino Ganduglia, electricista, y Vicente Mirábile, mecánico, concibieron y fabricaron un “pulmotor”, tan útil y beneficioso, para atender a distintos pacientes, con serias dificultades e insuficiencias pulmonares y respiratorias. 

El 27 de septiembre de 1947, nació la auténtica e inquieta periodista, escritora y poetisa chivilcoyana, Marta Pesce de Fernández, quien, a lo largo de varias décadas, desarrolló una sostenida y laboriosa trayectoria, en la faz literaria y los ámbitos de prensa, de nuestra ciudad; utilizando el seudónimo de Marta Dumas. Fundadora, redactora y directora, del periódico “Chivilcosas” y de la revista “Interlíneas Oeste”, colaboró en órganos gráficos y medios radiofónicos locales, y en las páginas de las revistas porteñas “Para ti” y “Vosotras”, con diferentes cuentos o relatos. Falleció, a los 72 años de edad, el 20 de noviembre de 2019.

El 28 de septiembre de 1947, dejó de existir, a los 85 años de edad, el inspirado y eximio poeta, escritor, traductor y diplomático, Leopoldo Díaz, quien había nacido, aquí, en Chivilcoy, el 11 de agosto de 1862, y a través de una fiel e ininterrumpida trayectoria, de muchas décadas, desplegó una muy significativa y apreciable labor, en el campo de la literatura, la esfera del periodismo y, las más diversas actividades del quehacer cultural. Singular y admirable sonetista, con una honda y exquisita sensibilidad espiritual y un diestro y excelente dominio creativo, de la versificación y la preceptiva poética, fue miembro de número, de la Academia Argentina de Letras, y correspondiente de la Real Academia Española. Primo hermano, del notable y siempre recordado vate lugareño, Carlos Ortiz (1870 – 1910); entregó a la estampa, un buen número de libros, que reflejaban, expresaban y ofrecían, su genuino y profundo lirismo; efectuó traducciones, de autores franceses e ingleses, y compuso también, varios libretos de ópera. Asimismo, perteneció al Servicio Exterior de la Nación, desempeñándose, como secretario de legación, cónsul y encargado de negocios, en diversos países americanos y europeos.

El 28 de septiembre de 1981, hubieron de establecerse, las firmes y duraderas bases fundacionales, de la Asociación de Terapia Integral y Ayuda al Discapacitado Mental (ATIADIM), la cual, a lo largo de una empeñosa e infatigable trayectoria, de intensos y prolongados años, ha cumplido y desarrollado una magnífica y muy plausible labor, de índole institucional. Dicha entidad, creó un Taller Protegido, para un buen número de operarios, con un noble y elevado objetivo de inserción laboral y, además, inauguró, posteriormente, su Centro de Día, un 1 de mayo de 2000.

El 28 de septiembre de 2001, falleció a la edad de 68 años, el dinámico y laborioso impresor, investigador, escritor y hombre de la cultura chivilcoyana, Héctor Manuel Antuña, quien, a lo largo de una proba y honesta trayectoria, de muchas décadas, con una férrea y tesonera laboriosidad, supo caracterizarse y distinguirse, por su gran e inquebrantable coherencia ideológica; su conducta de seriedad, rectitud y límpida honradez; su singular y extraordinaria voluntad realizadora y, su proverbial y tan preciada generosidad. De una forma pujante y entusiasta, prosiguió durante un prolongado y fructífero tiempo, el camino gráfico, de la tradicional y muy acreditada imprenta – sita en la intersección de las calles Belgrano y Río Juramento -, que había fundado su padre, Don Manuel Antuña, el 6 de mayo de 1943. Hacia el mes de septiembre de 1977, hubo de reeditar el magistral y bello “Poema de las Mieses”, del excelso poeta Carlos Ortiz (1870 – 1910); ofreció conferencias y charlas evocativas; desarrolló ciclos, audiciones y programas radiofónicos, y siempre colaboró, noble y desinteresadamente, con las más diversas expresiones artísticas y culturales, de nuestra ciudad. Además, fue uno de los fervientes y activos fundadores y propulsores, del Teatro Independiente del Oeste “El Chasqui”, creado el 3 de noviembre de 1959, junto a los hermanos Horacio y Juan Carlos Cerani, los hermanos Líber y Horacio Navarro, Justo Morel, Eduardo Salomón Cohen y Antonio Posik. Héctor Manuel Antuña, todo un auténtico y ponderable valor moral y humano, en la historia vecinal y comunitaria, de Chivilcoy, había nacido el 30 de octubre de 1932.

El 29 de septiembre de 1942, vio la luz en nuestra ciudad, el calificado jurisconsulto, catedrático universitario, publicista, tratadista y ex magistrado, Dr. Horacio Daniel Piombo, quien cumplió y desarrolló, toda una prolongada y significativa trayectoria, en los ámbitos de la enseñanza y el Poder Judicial bonaerense y, dentro de distintas esferas institucionales, educativas y académicas. Había cursado estudios medios, en las aulas del Colegio Nacional “José Hernández”, de Chivilcoy, y superiores, en los claustros de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, de la Universidad Nacional de La Plata, donde hubo de graduarse de abogado, y posteriormente, de doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales; distinguiéndose por su tan sólida formación intelectual, su singular erudición y sus muy vastos conocimientos. Titular de las cátedras de Derecho Internacional Público y de Derecho Internacional Privado, en diferentes universidades, ha sido autor, de importantes obras jurídicas; pertenece a diversas entidades, argentinas y extranjeras y, recibió, asimismo, numerosos premios y distinciones.

El 29 de septiembre de 1972, se fijaron y establecieron, las férreas y duraderas bases fundacionales, de la Peña “El Conejo Blanco”, la cual, nació merced a la feliz y ponderable iniciativa, de los señores Ítalo Fioretti y Oscar Médice, a quien acompañaron – avalando la inquietud y el proyecto -, diferentes vecinos chivilcoyanos. La primera sede, de dicha entidad, hubo de funcionar en las instalaciones del Auto Club, de nuestra ciudad; después, se trasladó a los ámbitos de la Peña Folklórica, Cultural y Artística “El Ceibo”; luego, se mudó a un inmueble, detrás de la industria Talleres Carmona; más tarde, a un edificio de la calle Emilio Mitre y, finalmente, se afincó en su actual sede, ubicada sobre la calle Veinticinco de Mayo Nro. 380. La Peña “El Conejo Blanco”, a través de muchas décadas, promovió y fomentó entre sus miembros integrantes, frente a toda la comunidad local, los principios, valores, vínculos y sentimientos, del noble gesto amistoso, la sana camaradería y, el espíritu fraterno y solidario. Por ello, el nombre del Conejo Blanco, como símbolo o emblema representativo, de la auténtica y verdadera amistad.

El 29 de septiembre de 1950, durante la gestión del entonces intendente, Don José Schiaffino, se registró la municipalización del Hospital de Chivilcoy, el cual, desde la órbita de la provincia de Buenos Aires, hubo de ingresar así, a la esfera de la comuna. Recordemos que, el Hospital de nuestra ciudad, se había inaugurado un día patrio, 25 de mayo de 1887, gracias a las arduas y fructíferas gestiones, de una comisión de vecinos, de la época, que presidía Don Eleuterio Segundo Mujica. El Hospital Municipal, lleva el ilustre e imperecedero nombre, de su primer director, el tan eminente y prestigioso médico cirujano, Dr. Santiago Fornos (1856 – 1919).

En el mes de septiembre de 1985, un grupo de entusiastas y emprendedores jubilados y pensionados locales, hubo de establecer y determinar, la feliz y auspiciosa fundación, del Club Recreativo MAPI (Mucho amor para integrarse), el cual, ha cumplido y transitado, un tenaz y sostenido itinerario de varias décadas, siempre al servicio de la tercera edad chivilcoyana. Dicha institución, con su sede ubicada sobre la calle Paso Nro. 159, ha organizado, a lo largo de una fiel e ininterrumpida trayectoria, numerosos encuentros danzantes y espectáculos artístico musicales; brindando también, una cálida y efectiva atención, a todos sus asociados.

El 27 de septiembre de 1944, en reemplazo del anterior jefe de la comuna, Jorge Lance Dayraut, asumió en calidad de comisionado municipal, de Chivilcoy, el mayor de aviación, Pedro M. Avilés, quien rigió los destinos de nuestra ciudad, hasta el 5 de febrero de 1945. Tras su renuncia, quedó al frente del municipio, como encargado, el subsecretario comunal, Ernesto Domingo Marrone – caracterizado y prestigioso poeta, escritor, periodista y hombre de la cultura local -, que permaneció en funciones, hasta el 10 de febrero, durante un brevísimo lapso de cinco días. Ese 10 de febrero de 1945, tomó posesión del Departamento Ejecutivo, el nuevo comisionado municipal de Chivilcoy, Dr. Walter José Schiaffino.

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.

Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.