El 25 de enero de 1920, se llevó a cabo, la importante inauguración, del siempre atrayente e inolvidable “Prado Español”, que dependía de la Asociación Española de Socorros Mutuos (Entidad fundada el 9 de Julio de 1870), y que se había adquirido, por la suma de 600 pesos, a mediados del año 1919. Dicho Prado, sito en la intersección de la avenida Güemes y las calles Maipú y Pringles, poseía una superficie de 27.225 metros cuadrados. Durante varios años, el citado lugar fue un escenario de pleno esparcimiento y profundo regocijo, que convocó y congregó, en forma multitudinaria, a todo nuestro vecindario chivilcoyano. En el Prado, se realizaban las tradicionales “Romerías”, entre los meses de diciembre y marzo, de cada año; significativas fiestas populares y familiares, llenas de acordes, compases, bandas de música, bailes, melodías españolas, sonidos de gaitas, danzas de “jotas” y paso doble, románticos y encantadores valses una gran euforia y un singular colorido. También, se efectuaron las clásicas y memorables kermeses, y se instaló un curioso y llamativo “Trencito” (una locomotora y seis vagones), por una feliz iniciativa de Don Manuel Brocos, ex presidente de la Asociación Española. Asimismo, en el citado “Prado Español”, se registraron las actuaciones musicales, de diferentes intérpretes y orquestas, de nuestra ciudad y de la Capital; las cuales, ejecutaban los más variados ritmos. Mencionaremos ahora, entre otros conjuntos, que atravesaron las noches del Prado, las orquestas porteñas de Francisco Canaro, Héctor Varela, Juan D´Arienzo, Alfredo De Angelis, Oscar Alemán, Feliciano Bruneli y Enrique Rodríguez, con “Todos sus Ritmos”. En 1945 el inquieto y destacado fotógrafo y director cinematográfico, Ignacio Tankelevich (Ignacio Tankel), nacido en 1912, y fallecido en 1984, hubo de montar y organizar, en las instalaciones del Prado Español, un estudio de cine, denominado “Oeste Film”, y allí, en ese lugar, efectuó el rodaje, de su primera película “La Sombra del Pasado”, que se filmó entre los meses de agosto y diciembre del año 1946, y se estrenó, en el cine Metropol, un día patrio, 25 de mayo de 1947. Desde 1948 a 1950, algunas escuelas primarias de nuestra ciudad, en los ámbitos del Prado Español, realizaban su tradicional “picnic de primavera”, y el 5 de julio de 1956, en el citado predio, se inauguró la empresa metalúrgica “Torque”, dedicada a la fabricación industrial de engranajes y diferenciales par automóviles, tractores y máquinas agrícolas; la cual, finalmente desapareció, durante la década de 1970. En 1993, una ordenanza del Honorable Concejo Deliberante, declaró “Monumento Histórico”, de interés municipal, al Arco del Prado Español; en la actualidad, un sitio abandonado, que de un modo nostálgico y sentido, nos trae los adorables y bellos recuerdos, de una época, casi mágica y dorada, del Chivilcoy de antaño.
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